Ilusión y realidad
La ilusión es muy poderosa: puede convertir los sueños en realidad o sacarlos de ella.
La navaja de la realidad
La palabra ilusión tiene significados opuestos, camina en el filo de la navaja de la realidad. Por un lado son los deseos y el gozo que nos mueve a realizar algo, nos da esperanza, y por otro, es el delirio de la realidad.
Podemos ilusionarnos de lo real o de lo ilusorio sin distinguirlo siempre como los espejismos en el desierto, y esto estimado lector es muy frecuente, preguntémonos ¿Cuantas ilusiones vanas nos mueven? Podrías sorprenderte. No vayamos tan lejos, la sensualidad y los amores prohibidos conducen a caminos falsos y a dolorosas decepciones.
Los sueños
Estos juegan en ambos mundos: en el real y en lo irreal, lo que aún no existe. Una cosa es el error de la ilusión otra es la posibilidad de la visión.
Sorprende que al cumplir algunos de los sueños logramos cosas que ni siquiera imaginamos, se despiertan unos poderes que ignorábamos y las cosas se acomodan sin nuestra intervención. Hay magia. Convertirnos en magos le da un encanto sorprendente a la vida y nos hace tomar conciencia de ese poder e impulso creativo insospechado en cada uno.
Sin embargo uno no siempre acierta a distinguir entre lo falso y lo posible, el mal llamado fracaso no es más que una escuela de realismo que ensancha nuestras capacidades al intentarlo de otro modo y para ganar humildad, el realismo aplicado a nuestra persona, y al vencer la cobardía y la desconfianza. El movimiento de la bicicleta nos permite avanzar y guardar el equilibrio.
En la negación de la realidad no florecen los sueños, sí en cambio cuando la abrazamos y de ahí partimos para realizar lo que aún no existe. Se requiere una dosis de realismo y de ilusión para cumplir los sueños.
La ilusión falsa individual
La ilusión nos mueve a lograr realidades mejores, es imperativo que fluyamos en ella para volar alto, le da un gozo y un hondo sentido a la vida que es el resorte más poderoso y motivador. En cambio, resistirse o renunciar a los sueños personales violenta la vocación natural, a la razón de ser y de existir, que son cosas distintas, uno puede confundirse a sí mismo cuando deja de cumplir su misión o la confunde. La traición a sí mismo dificulta el perdonarse y esto dificulta amarse.
No quererse es de las cosas más tristes y culpables porque uno mismo la provoca y con esto viene el autocastigo que se refuerza como bola de nieve. La tragedia cotidiana es convertirse uno mismo en juez y estarse criticando, esto es insoportable. Mejor convirtamos cada crítica que surge en una oportunidad para perdonarnos.
La autoestima se merma con el autosabotaje que a su vez obedece a una falsa identidad de uno mismo, a un creer no merecer, a una falsa lealtad con uno de los padres o por los vacíos de su ausencia.
¿Duele la realidad?
Podemos crear paraísos temporales de cualquier cosa para huir de la realidad, que duele justo por no acomodarse a nuestras ilusiones... no tanto por ella misma. La realidad duele cuando no encaja con nuestros deseos y expectativas encarnadas y fascina cuando las supera.
La realidad ES lo que ES, la ilusión es lo que queremos, creemos, suponemos que es, estos filtran nuestra interpretación de la realidad, de tal manera que la lectura más amplia de la realidad sucede cuando vamos descubriendo esos velos.
La visión
Quien tiene una visión clara descubre las oportunidades para realizarla, nos repetía con su voz ronca el vicepresidente de Federal Express en San Diego “la oportunidad está en donde sea”. Cierto, la visión nos permite ampliar la mirada, ver más allá de esa realidad frente a nuestros ojos, un místico repetía “no veáis con la nariz pegada al muro porque veréis solo tierra”.
¿Quién es más realista, el que tiene una visión clara o el que no la tiene porque dice ver un desierto estando ahí?
‘Bugsy’ era un gánster que ‘vio’ Las Vegas en medio del desierto, creyó en su sueño e involucró a otros, y lo que la hace tan atractiva es que cada año sigue produciendo su magia a lo grande superando lo anterior. Disney la está perdiendo por intentar envenenar las mentes de los niños con las falacias de género.
Manos a la obra
La visión despierta la ilusión, la misión la motivación, la estrategia los pasos para alcanzarla, la participación la iniciativa, el cumplimiento el compromiso, y la retribución el reconocimiento del esfuerzo.
Como asesores ayudamos a pulir que esa visión aparentemente clara en los empresarios se visualice añadiéndole el ingrediente más importante: la fe en ella.
Todo mundo se enfoca en la motivación pero la fe es más poderosa: hace milagros.