'Jarocho': Tradición y modernidad

06 noviembre 2015

"En el teatro Pablo de Villavicencio se ofrece el evento con el que la SAS celebra 10 años"

El espectáculo Jarochoes tradición y modernidad, el simbolismo de una cultura, la de Veracruz, que baila y canta, la del puerto que está de fiesta.
Es un encuentro de momentos; un ir y venir entre el pasado y el presente dancístico, de emociones, fuerza, de bailarines que se agolpan en un escenario, el del teatro Pablo de Villavicencio, para recorrer a través de "pisadas" su cultura.
Van al ritmo de la música, el canto en vivo, del que ellos mismos marcan con los zapateados y de las líneas coreográficas perfectamente logradas, que dan dimensiones de profundidad y espacio al escenario.
Jarocho inicia. El telón, en forma de paño rojo, se abre para que el primer cuadro refleje la riqueza escenográfica y musical que sustentará el espectáculo dirigido por Richard O'Neal, que se ha presentado en los escenarios más importantes del mundo.
Como en la historia, se da el encuentro de africanos, europeos e indígenas. Es una fusión de movimientos, un abanico que se abre y condensa los diferentes géneros; el folclor, contemporáneo, afrocubano y flamenco.
Los bailarines funden con movimientos la cultura veracruzana. Sus cuerpos que se proyectan, logran una espectacularidad visual.

Música y danza
Veracruz ha llegado a Culiacán cargado de la alegría que caracteriza a los nacidos en ese estado.
De uno a otro cuadro, cambian los telones, los vestuarios, los conjuntos de música. Las pisadas son cada vez más acentuadas en el escenario.
El panorama dancístico lleva a los espectadores desde el conocido zapateado, los faldeos de los vestidos jarochos, los fandangos, danzón, hasta el flamenco.
En 15 coreografías, el espectáculo da también cabida a lo moderno. Aparece una mujer bailando La bruja, vestida de blanco. Ella baja en una cuerda de lo alto del teatro para ofrecer un solo contemporáneo, al que se suman el resto del grupo con veladoras en las manos. Es versión actual de la tradicional canción jarocha.
En el mismo sentido está una propuesta en la que bailarines y percusión compiten por el mejor ritmo. Las pisadas sobre cajones buscan ser las mejores.
En Jarocho hay además fiesta provocada por el fandango, el baile caluroso que contagia. El teatro se vuelve un salón de baile, en el que la sublime elegancia de más de 20 artistas baila danzón.
De nuevo la fusión de encuentros, lo inspirado en el espectáculo irlandés Riverdance, se mezcla con la tradición veracruzana. La escena se vuelve nítida, es el presente y el pasado.
Al final vuelve la alegría. Bailando La bamba, las parejas zapatean, el público les aplaude. El reconocimiento es total, Jarocho vive la cultura y vive en Culiacán, en la celebración de los 10 años de la Sociedad Artística Sinaloense.

Los resultados
La unión que se ha dado entre la SAS y Difocur ha sido exitosa y ejemplar para otros estados, aseguró Florentino Castro.
El Secretario de Educación Pública y Cultura destacó la importancia de festejar 10 años, cuando se refuerza la cultura en Sinaloa.
"Es importante celebrar esta iniciativa en el momento en el que Difocur ha cumplido una etapa y hay una ley que será discutida por los diputados, que vendrá a dar solidez y cimiento al Instituto de Cultura", destacó.
Isauro Ancira, presidente del consejo educativo de la SAS, mencionó que en estos años de trabajo se ha logrado traer a la ciudad eventos de corte mundial.
"Esta iniciativa ha ido muy bien recibida por autoridades culturales, patrocinadores y sobre todo por el público. Cuando acabe esta temporada habremos de haber ofrecido 160 funciones y disfrutados por 150 mil espectadores", indicó.
"La SAS ha cumplido con el compromiso de enriquecer las opciones de entretenimiento en la ciudad, ha hecho de estas temporadas un referente importante".

PRESENCIA SINALOENSE Sara Olivia Meza Ibarra formó parte del cuerpo de baile del espectáculo. De manera anterior era integrante de la Compañía Folclórica Sinaloense.

MONTAJE
La producción estuvo a cargo de las siguientes personas:
Dirección: Richard O'Neal.
Música: Luis Leñero.
Coreografía: Ernesto Luna, María Juncal, Cecilia Lugo, Susana Arenas y Jéssica Sandoval.
Escenografía: Jorge Ballina.
Iluminación: Víctor Zapatero.
Vestuario: Maríaestela Fernández.

DE VIVA VOZ
"Me pareció una excelente combinación de los diferentes géneros y corrientes de la danza. Hubo armonía, un buen manejo de energía y escenografía, aunque quizá algunos se puedan sentir ofendidos por el manejo del folclor".
Luz María Castro
"Me pareció muy padre el espectáculo. Hubo coreografías variadas, mucho movimiento".
Alejandro Anzaldúa
"Me pareció muy completo el espectáculo, con buena proyección. Una producción excelente y de la música, ni se diga".
Olimpia Chávez
"Fue un espectáculo formidable, envidiable, ojalá algún día en Sinaloa pudiéramos tener esa producción para lograr algo así; lo único malo fue que el vestuario de Jarocho me pareció muy pobre".
Alfredo Cuadras