La chalangantín y el tordo

Julieta Montero
30 septiembre 2025

En mi niñez conocí a la chalangantín y al tordo.

No los leí en alguna fábula:

Me tocó verlos camino al pueblo.

La chalangantín

en el grueso tronco del jiote

abrazado a las piedras

teje con su pico un nido colgante

raíces, pajas, ramas

arrullarán en columpio a los polluelos.

El tordo lo espía

y cuando la chalangantín pone sus huevos

y sale en busca de gusanos

entra

por un instante roba el nido

desova

sale

vuela

huye

nunca regresa

la chalangantín es amorosa y tierna

no tiene el alma amarilla o negra

como sus plumas,

regresa,

calienta el nido

y bien sabe

que no es madre

la que pone huevos,

sino la que incuba,

cría,

enseña.