La eternidad del ser humano

Presbítero Amador Campos Serrano
14 octubre 2025

La continuidad del tiempo, sucesos y lugares van tomando forma para nunca dejar de existir, en la lejanía de un horizonte que se pierde para la visión, pero en donde siempre estarán, en un recinto llamado la memoria, reteniéndolos, más allá de la limitación creada, en la cual se encuentra inmersa.

La eternidad, presencia de un presente extendido hacia un pasado y hacia un futuro cuya visibilidad se diluye en una inmensidad sin límites, lejos del alcance de la material visibilidad, pero existente en el ámbito de lo infinito, nuestro acompañante casi nunca percibido.

¿Quién soy yo? ¿Desde cuándo estoy? ¿Cuándo dejare de existir?, preguntas que el ser humano cuestiona con la inquietud de penetrar los conocidos parajes del tiempo-espacio.

El misterio del ser humano, limitado y con inferioridad en muchos aspectos con respecto a otros seres con quien convive, pero que lleva ceñida la aurea corona de una dignidad trascendente, destinado a gobernar y a dar sentido a un cosmos en pasiva ebullición, en el cual se encuentra inmerso.

Un inicio donde la existencia terrena es marcada con una fecha impresa en un acta de nacimiento, señalando el final del proceso de su transformación desde su concepción material, pero sin llegar a explicar lo precedente al llamado Big Bang de donde hubo un ya lejano inicio de todo lo material existente.

La eternidad de las cosas es posible penetrar en ella, concibiéndola dentro de la misma eternidad de quien las creo en un momento de eternidad, porque sus actos no se inscriben dentro de la limitación vigente en el ámbito del tiempo, sino más allá de él.

La creación y en ella el ser humano, se originaron en la mente eterna del divino misterio, lugar donde el tiempo converge en un punto llamado la eternidad.

El ser humano y la creación entera inician y culminan para existir y nunca dejara de serlo, pues siempre serán parte de la divina mente eterna, de donde proceden y participan, siendo signo revelador de su presencia.

¿Qué es el hombre?, la sublime dignidad del ser humano lo coloca en un punto de llegar a ser la manifestación de toda la creación, sometida a él, en espera de ser plena manifestación de la imagen del mismo Creador, la cual lleva impresa, haciéndolo presente en una visión profundamente transformadora.

Concebido desde la eternidad y a la cual se dirige para alcanzar su consumación, el ser humanos vive en el tiempo en donde deja su impronta, creando con él Creador de toda la creación.