La importancia de construir una familia

Héctor Guardado
09 noviembre 2015

"Es necesario definir una educación en valores, metas, compromisos y límites, dice Amparo Lizárraga"

MAZATLÁN._ Un proyecto de familia se construye con voluntad, con planeación, para que todos los miembros tengan claro lo que en ese núcleo familiar significan los valores, qué metas se siguen, cuáles son los compromisos, los derechos y los límites que definen el rumbo que debe tomar ese grupo, aseguró la maestra en educación Amparo Lizárraga, que ofreció la conferencia Proyecto de vida familiar, en el Congreso de Valores.
"Uno de los primeros pasos para crear un proyecto de familia es establecer formas de comunicación, hay que reunirse y no permitir que los aparatos como los teléfonos celulares, televisión o computadoras estén presentes y entre todos establecer una estrategia", comentó.
"Contestar las preguntas ¿Qué espero de mi familia?, ¿Qué reglas se negocian en esta familia? ¿Cuál es la escala de valores es con la que funciona esta familia?... sobre estas tres pregunta se construye un proyecto en donde se comprometen los padres y los hijos y se definen las responsabilidades de ambos".
Dijo que educar en valores es indispensable para construir un proyecto de familia y que hay que formar con hechos, no con palabras, porque eso es ser congruentes. El compromiso, respeto, disciplina, confianza, voluntad y honestidad deben verse en acciones.
Alertó contra la actitud superficial de pensar en el matrimonio como algo pasajero, y dijo que no es la mejor manera de construir una familia.
"Hoy no pensamos para un matrimonio a largo plazo. Aguas con la fragilidad en las parejas, hay que pensar a largo plazo si queremos construir un proyecto de familia".
La conferencista mencionó a los padres permisivos que permiten ser controlados por sus hijos.
"No es bueno darle todo a nuestros hijos, porque no se esfuerzan por nada, esta falta de compromiso hace que los jóvenes consideren que no perdieron nada al fracasar, por no aplicarse en las pruebas que les pone la existencia. Hay que darles herramientas para luchar en la vida, no sobreproteger".
También aconsejó no ser amigo de los hijos.
"Si los padres deciden ser amigos de sus vástagos terminan dejando huérfanos a sus hijos, porque ellos necesitan dirección hacia una meta y son los padres los que tienen ese compromiso. Si deciden ser amigos pierden autoridad. Tenemos que saber negociar y comunicarnos con ellos, hay que asumir el rol de ser el que manda, eso los va a hacer sentir seguros".

EN CORTO
Amparo Lizárraga obtuvo la Maestría en Educación por el TecMilenio.
Es investigadora en la Multiuniversidad Latinoamericana.
Participó en el Congreso de Valores organizado por Noroeste y TecMilenio, con la conferencia" Proyecto de vida familiar".