La inteligencia emocional es útil en el trato con las personas

Marisela González
20 abril 2024

El psicólogo Miguel Ángel Arciquec imparte la charla a colaboradores del Grupo El Cid

Con la finalidad de brindar una mejor atención a sus clientes, colaboradores del Grupo El Cid asistieron a la charla “Inteligencia emocional”, que impartió el psicólogo Miguel Ángel Arciquec, en el Teatro de El Cid.

Alrededor de 400 colaboradores de diferentes áreas del complejo que comprenden los hoteles El Moro, Castilla, Granada y La Marina, asistieron a esta ponencia motivacional, que se celebró con el objetivo de que el ponente brindará algunos consejos para ayudarles a manejar sus emociones y transmitir un mensaje poderoso.

“Qué es una emoción, una emoción es una situación que trataré de explicar el día de hoy, y lo que más les sugiero es que a los que les interese este tema para afinarlo, vivirlo, e irlo conociendo una vez más pueden ustedes acercarse a muchas lecturas, y lo que les voy a decir el día de hoy es desde donde veo yo el tema de las emociones... en este mundo traidor nada es verdad, ni es mentira, todo mundo de acuerdo a su enfoque ve una realidad”, les explicó.

“Si quieres conocer un poco más de está filosofía de la inteligencia emocional viene de conocer que desde hace mucho tiempo se ha sabido que nuestro cerebro tiene dos hemisferios, y que cada uno de estos está relacionado, y sabemos que uno piensa de manera lógica y otra parte de manera emocional”.

Comentó que la inteligencia se empezó a medir a partir de las dos guerras mundiales, ya que sólo se quería tener soldados hábiles para hacer cosas muy mecánicas, por lo que se medía la inteligencia mecánica.

Con el tiempo, dijo, se descubrieron mucho más tipos de inteligencias, y sobre eso han hablado y escrito libros personas como Leonardo de Vinci, Daniel Goleman y Michael J. Gelb.

“Una emoción es la alteración del ánimo intensa y pasajera; agradable o penosa que va acompañada de cierta conmoción somática, es un interés generalmente expectante, con el que se participa en algo que está ocurriendo; una emoción nos defiende, nos atrae, o nos mantiene vivos”.

“Las emociones tienen un circuito muy corto, es decir que no controla su reacción cuando se molesta; las emociones no se controlan, las emociones se pueden manejar y ¿cómo se manejan las emociones?, con la inteligencia emocional. Es que si llega la emoción la sepamos unir, y la sepamos llevar a esa parte del cerebro donde tenemos todo lo posible para manejarla; el paso número uno es aprender a percibir lo que sentimos, después comprender las emociones, saber utilizarlas y por último aprender a manejarlas”, dijo.

Los exhortó a fortalecer las relaciones consigo mismo y evitar situaciones de autocrítica, además de manejar la aceptación.

Así como también, el mejorar las relaciones de trabajo al usar o pausar las reacciones instintivas, facilitar los acuerdos y negociaciones en familia y en el trabajo.

Comentó que una de las mayores cosas de la inteligencia emocional es el control del dinero en nuestra vida y nuestra empresa.

“Algunos de ustedes tienen personal a su cargo, y es un reto tratar con sus empleados, ¿Qué se necesita para tratar con los empleados?, inteligencia emocional, porque si no te va a enojar, que no hagan lo que les dijiste, que no lo hagan como se los encargaste, entonces, ¿que pasa?, te enojas, te molestas, regañas, ¿Y qué crees que haces cuando regañar?, deprimes a la persona que estás supuestamente encargado de desarrollar; los jefes se supone tenemos la obligación de desarrollar a nuestra gente, pero qué creen, como no somos inteligentes emocionalmente es más bonito, bueno, un jefe que regaña como dicen por ahí, poda una armadura fuerte es por un carácter débil, dime que tan regañón es tu jefe, y te diré que tan miedoso es”, lo que hizo reír a los presentes.

La inteligencia emocional comentó que es muy útil para atender a clientes difíciles y sus reclamos, de ahí el aprender a canalizar sus emociones.

Al final, Carlos Benítez, gerente de capacitación del Grupo El Cid, hizo entrega de un reconocimiento al expositor.