LAS ALAS DE TITIKA: Princesa Eligia, III

María Julia Hidalgo
25 septiembre 2020

"."

Había una vez… muchos la han visto y han intercambiado palabras con ella, más para conocerla es necesario acallar todos los vientos, aquietar todas las furias y despojarse de toda maldad. Así, y sólo así, quienes logran ese estado puro son capaces de escucharla y comprender lo esencial de la vida.

Un día, llegó a ella una minúscula criatura herida por piratas enanos; se había extraviado en busca del camino de la “Verdadera voluntad”; deambulaba en el laberinto sin sombras. Desgarrada por el dolor del amor ignorado volaba por los cielos… vislumbró un apacible halo de luz; sí, era ella. Se acercó y allí estaba la princesa Eligia, casi imperceptible, entablando un diálogo profundo con la naturaleza. Se miraron y fue suficiente para que ésta reconociera su desaliento. Sin decir palabra, le ofreció los brebajes de añosos polvos astrales.

La acompañó en silencio y le tocó su alma. La criatura agradecida la abrazó. El hada le dijo: “quienes se acerquen a ti sólo encontrarán el alivio perdido”. Eligia otorgó en silencio y regresó serena a su paz. Ahora todos saben donde encontrarla y acuden a ella para encontrar un poco, tan sólo un poco, de su amorosa sabiduría. Y colorín colorado…

majuliahl@gmail.com