Mariano Meza Zatarain y la pantomima, un amor a primera vista

Nelly Sánchez
29 julio 2018

"Mariano Meza Zatarain tiene casi 35 años de trayectoria y asegura que este arte lo ha hecho sentir feliz y realizado"

Tenía 12 años y veía el mimodrama La escuelita, cuando Mariano Meza Zatarain sintió ese "amor a primera vista", y la pantomima lo arropó y desde entonces no lo ha soltado.

Hoy, con más de 35 años en la escena, comparte que este arte escénico le ha dado felicidad, plenitud.

"La pantomima me lo ha dado todo, pero se ha requerido disciplina. En muchos momentos me ha dado ambrosía, ese néctar de los dioses que no se puede explicar, pero ahí está y me ha hecho sentir feliz y realizado", dice.

 

 

Un encantamiento desde el principio

Mariano Meza tiene 50 años. Trabaja en la Universidad Autónoma de Sinaloa, imparte talleres, lecturas y mientras conversa sobre su camino en la pantomima, se maquilla.

"Yo recuerdo que la primera vez que me maquillé no fue con maquillaje profesional, como el de hoy, en esa época usé una crema para rozaduras... olía bastante desagradable, pero se podía matizar con el talco", comparte.

Su primer encuentro con la pantomima fue en el auditorio del PRI, entonces sede del entonces Difocur, y habían invitado a los alumnos de la primaria Sócrates, donde era alumno a ver el espectáculo.

"Yo tenía la fortuna de estar en sexto año con la entrañable maestra Moya, que era poeta y nos hizo leer desde muchos textos importantes, como García Márquez, Juan Rulfo, Inés Arredondo y llegar a la pantomima fue mágico, no me despegué, el primer contacto fue amor a primera vista, como si te arroparan y te dijeran 'Eres mío de toda mi propiedad' y ya no te vas", asegura.

"Fue un encantamiento, de decir 'yo quiero hacer eso, deseo hacer eso, tengo necesidad de comunicarme con el cuerpo', me enganché con la pantomima y no sabes lo terriblemente hermoso que es encontrar esa parte y combinarla con la lectura, la investigación, para ser un mimo total".

Entonces, se volvió un espectador frecuente en las presentaciones. Posteriormente buscó talleres, seminarios, cursos, ir a muestras.

Siendo alumno de la secundaria ETI # 1, comenzó a hacer sus primera presentaciones como mimo, como parte de las semanas culturales, para la materia de artística.

"Me convertí en un promotor permanente de la pantomima en Sinaloa, lo que me llena de orgullo".

 

 

Teatro y Pantomima

Ya estudiaba la preparatoria, cuando la UAS abrió el primer taller universitario de pantomima en la Casa de la Cultura, dirigido por Martín Pastor Angulo, en 1984.

Ahí aprendió técnica de maquillaje, que les compartió el maestro Jorge Luis Hurtado, que ya experimentaba en el arte del payaso.

Con el TUPUAS hizo el espectáculo Génesis y entonces se acercó a la Universidad y le abrieron las puertas.

"Fue un golpe de suerte, pedirle trabajo al rector (Medina Viedas), sin conocerlo. Me acerqué, le dije que me gustaba la pantomima, que quería prepararme y era estudiante de la prepa Zapata y generosamente me mandó a dirección de Actividades Artísticas, con Don Miguel Tamayo, que necesitaba una persona que cuidada la Frida Kahlo por las tardes", recuerda.

A partir de entonces conoció a grandes maestros de la cultura, entre ellos a Óscar Liera, quien fue su maestro, y se integró al TATUAS en la obra Los caminos solos, con el personaje de Faustino Hernández.

Y es que ha combinado la pantomima con el teatro regional y actualmente con teatro el juvenil universitario, pues desde hace 10 años atiende el programa PrevenArte, de atención a alumnos de preparatoria, junto con Ramón Perea y Joaquín Leyva, también actores y directores de teatro.

Con los estudiantes formaron el grupo Sursum Versus y acaban de terminar el montaje Los estudiantes, de Ramón Perea.

"A la universidad se lo debo todo, me lo ha dado todo, estoy orgulloso de ser universitario".

 

 

Arte integral

La pantomima, apunta Meza Zatarain, nace del teatro y la danza. Por eso tuvo que estudiar la técnica Graham, la José Limón. Iba a los talleres de los festivales de danza contemporánea, buscando esa parte integral del arte.

En los años 90, cuando tuvo la oportunidad de ver el espectáculo solo de Marcel Marceau, en la Ciudad de México, volvió a Sinaloa a dar lo mejor, pues supo que se podía hacer pantomima de calidad.

Montó Los malosos sueños de amor, con una técnica híbrida de pantomima clásica, corpórea, clown y teatro.

"Metí a los muchachos a indagar sobre todo estas disciplinas, les dimos clases de tai chi. La pantomima es generosidad, vida, movimiento.

En 1993 nació el grupo de pantomima Triveni, en la preparatoria Salvador Allende, con el que ha combinado lo corporal con la actuación y la danza.

"Triveni cumple 25 años, han sido muchas generaciones que si bien es cierto, no todos se dedican profesionalmente a la pantomima, en su momento aportaron. El mismo Ramón Perea, yo fui uno de sus primeros maestros, cuando era estudiante de la licenciatura en historia".

En el 95-96 montaron Los malosos sueños de amor, de Perea, una obra de amor frustrado que tendía a lo corporal y un poco a experimentar el clown.

Algunos de los fundadores de Triveni se dedican a la danza, al teatro y otros, como Emma Guadalupe Aispuro Beltrán, sigue en la pantomima. Ella es su esposa, tienen dos hijos, Sebastián y José Emanuel, de 8 y 9 años respectivamente, y comparten el escenario.

"Ella ha sido cómplice en la formación de nuevas generaciones de mimos", afirma.

 

 

Fin de un ciclo

La indagación de Mariano Meza en la pantomima ha sido incesante e incansable. Desde el grupo de Pantomima de Martín Pastor, hasta en los talleres y grupos de teatro y de títeres a los que se integró: el de Héctor Vélez, de Pedro Carreón, el de Germán Benítez, el TUPUAS y el Fiscenius, que dirigió Raymundo Arámburo.

En casi 35 años de trayectoria, ha dado unas 10 mil funciones dentro y fuera del estado y ha representado a Sinaloa en diversos festivales.

"El camino fue difícil, porque prácticamente no había ningún camino de la pantomima construido en Sinaloa", reconoce.

Y como todo principio, Meza dice que esto también tiene un fin.

"Siento que el ciclo como artista, termina. Hay un personaje que guardar celosamente y quiero retirarme por la puerta grande, con mucho respeto, como le he tenido a la pantomima por tantos años, por todo lo que me ha dado y ha hecho de mí".

Para esto, está releyendo a Rulfo y planea hacer un montaje que podría estar basado en Macario y Oyes ladrar los perros.

"Rulfo es uno de mis escritores favoritos y quiero ver si puedo montar algo... como La última y nos vamos".

 

 

PERFIL

- Mariano Meza nació en Mazatlán, Sinaloa.

- A los doce años, junto a Pedro Hernández Camacho, presentó el mimodrama El muñeco de papel.

- En 1980 se incorporó al primer Taller de Pantomima de la UAS, dirigido por Martín Pastor.

- Ingresó al Grupo Fiscenios de la UAS, dirigido por Raymundo Arámburo.

- Como solista ha presentado Hombre solo y En pocas palabras.

- En 1998 actuó en Los caminos solos, dirigido por Óscar Liera.

- Fundó el Grupo Triveni, con el que ha dirigido Los malosos sueños de amor, El peligro del abismo y Sin límite.

- Ha estudiado con los maestros Alejandro Keys, Antonio Esparza, Ramón Tamayo y Óscar Liera, entre otros.

- Ha impartido talleres de pantomima y creado grupos en diversos municipios.

- Actualmente es coordinador estatal del programa PrevenArte, junto con Joaquín Leyva y Ramón Perea.