Mazatlán: Cervorum Terra

Juan José Rodríguez
15 agosto 2021

Una pregunta: ¿cómo se diría “Mazatlán” en latín? ¿Cómo nos llamaríamos si fuésemos una provincia emanada del antiguo imperio Romano? Muchos nombres que nos llegaron de la España provienen de remotos nombres de ciudades o campamentos romanos.

Es más, el solo nombre de nuestro idioma castellano proviene de Castrum, de donde proviene la palabra Castillo y el apellido Castro, para luego evolucionar al topónimo Tierra de castillos, y por lo tanto, nombrar a la región de Castilla en su momento.

Entre las ciudades que conservan la raíz romana en España están Mérida, León y Barcelona que antes se llamaron Emérita, Legionem y Barcino. Un caso especial es la ciudad de César Augusta, que nos llegó con el nombre erróneo porque la pronunciaban muy mal nuestros antepasados árabes: Saragusta, o sea, Zaragoza.

Otras ciudades sacan el nombre imperial en las grandes ocasiones. La Ciudad de Alcalá de Henares, donde nació Cervantes, se llamaba Compluta, pero el nombre se mantiene en la Universidad Complutense.

La única ciudad mexicana que tiene un popular gentilicio latino sin haber sido provincia romana es Monterrey, y el gentilicio es “regiomontano”: monte regio, monte del rey.

Hidrocálidos, para los nacidos en Aguascalientes, es un barbarismo y una barbaridad aceptada por el uso, porque lo correcto sería hidrotérmicos: dos palabras griegas unidas, como debe ser, en vez de una latina y otra griega. (Caldus en latín vulgar dio al primer hervor a las palabras Calor, Caldo, Caldero y Caldeado).Volvamos a nuestra latitud y nuestros calores endémicos con algo de latinismo.

Ya sabemos que Mazatlán es tierra o lugar de venados. El tan usado y traicionero Google me propone la variante Damae por venado.

Una idea que se me ocurrió pensando en busca de originalidad sería Hic Damae, o sea, “Aquí hay venados”. Los antiguos mapas cartográficos cuando tenían espacios en blanco en los mares solían poner la frase “Aquí hay dragones”. La ventaja de esta propuesta es que que damae suena a damas, lo cual se asociaría con las belleza pródiga de nuestras mujeres y Mazatlán podría ser Damarum Terra, según Google.

Sin embargo, mi latín es paupérrimo y lo puse a consideración de mi amigo Ricardo Vigueras, quien es de Murcia, España, y que no solo sabe latín, si no que es crítico de novelas policiacas escritas en idioma latín, que para nada es lengua muerta. Aun hay varios académicos y freaks que la mantienen viva por todo el orbe.

Damarum Terra me hace preguntar: ¿qué clase de ciervos había en Mazatlán? Resulta que en Europa es más común el gamo (Dama) pero eso se refiere a un venado más pequeño, con astas en forma de alas, así que nuestra variedad regional es más bien un ciervo: Cervus.

Mi amigo me aclara que por economía de lengua, Mazatlán debería ser Cervorum Terra, ya que en latín venatus es cacería en general, de ahí viene nuestra palabra venado, pero en latín la palabra concreta es cervus, y venado es sólo lo cazado por el venator, que es un cazador. Venablo es el nombre de un antiguo dardo de cacería. Terra quiere decir comarca, tierra, lugar.

Nos quedaríamos entonces con Terra cervorum o Cervorum terra. Aunque Cervorum Terra suena como Tierra de la cerveza, eso es solo una coincidencia fonética. Esto último sería Cerivisarum terra, pues algo tiene que ver la bebida espumosa con el nombre de la deidad de la agricultura... la majestad de la diosa Ceres aquí repica sobre todo lo que habita o produce el bosque.

Una de la calle principales de Mazatlán en el XIX se llamaba Ceres. No todos éramos helenistas, pero había calles Venus, Diana y Apolo, lo cual es un interesante punto de unión de nuestras mitologías, sabores y nombres que nos dieron nuestra patria chica.