Mictlantecuhtli, el dios del Mictlán

Presbítero Amador Campos Serrano
31 octubre 2023

Adentrándose en la remota historia de las tradiciones de nuestros ancestros el caricaturista José Posada, en la figura de la Catrina, ilustra el tema del inframundo, lugar de las moradas después de esta vida.

En la visión trascendental sobre la existencia en este mundo, el final de la vida se convierte en una continuidad allá en otra vida, en el lugar donde se habitará por un indefinido tiempo después de haber vivido en este mundo.

La otra vida es la llamada muerte, de acuerdo con la visión dualista náhuatl de la concepción del creador Ometeotl, el misterioso dios sin principio, padre y madre a la vez de la humanidad, habitante del Omeyocan, lugar de la dualidad, un ser en dos personas a la vez. Según esta visión de dualidad, la vida y la muerte son dos entes en uno solo.

Desde esta concepción del dios creador que a sí mismo se inventó en una visión de la eternidad. Desde la religiosidad mexica existen otros dioses secundarios que participaron en la obra creadora, el dios Quetzalcóatl tiene la misión de recrear la humanidad después de la caída del cuarto sol.

Mictlantecuhtli es el dios de la muerte, junto a su esposa Mictecacihutl habitan en el Mictlán donde gobiernan en el concepto de la dualidad, a imagen de Ometeotl

Quetzalcóatl, Serpiente Emplumada, en su viaje al Mictlán para recoger los huesos de los antiguos muertos, encuentra oposición de Mictlantecuhtli, quien trata de retrasar su viaje imponiéndole difíciles dilemas.

El primer dilema consistió en dar cuatro vueltas emitiendo un sonido con un caracol, pero el astuto Mictlantecuhtli le dio n caracol que no emitía sonido alguno, pero Quetzalcóatl ideo introducir abejas en el caracol para que con su sumido emitieran un sonido.

Vencido en su intento Mictlantecuhtli le permitió tomar los huesos, pero cuando iba a salir mandó hacer una fosa para que no pudiera hacerlo, efectivamente tropezó cayéndose y los huesos se quebraron dispersándose, pero Quetzalcóatl los juntó y se los entregó a la diosa Cihuacoatl, mezclados con su sangre y de los surgió una nueva humanidad.

Importante era Mictlantecuhtli era determinante pues los mexicas al final de sus días en este mundo estarían con él, acompañándolo junto a su esposa Mictecacihuatl, los señores del Mictlán, ella era menos rígida y velaba su estancia, permitiéndoles visitar el mundo que habían dejado.

Con la llegada del cristianismo a estas tierras, los misioneros supieron tomar y adaptar estas concepciones, llenas de trascendencia, dándoles un sesgo de la fe en la vida eterna haciéndolas presentes y enriqueciendo la tradición de la celebración del día de los muertos.