Octavo Día
06 noviembre 2015
"Panteón Zaragoza"
Un viejo amigo - que tiene más años que yo viendo amaneceres frente al parque Zaragoza - vive inquieto por la repentina aparición de personajes del panteón nacional en el área donde antes jugaban sus nietos.Es otra la cara del sitio con las figuras que ahí han sido depositadas. La vocación festiva y pedestre del tradicional lugar ahora se ha llenado de marcialidad y ecos mausolíneos.
Al usar aquí la palabra "panteón" no estoy siendo sarcástico o irrespetuoso con los héroes que nos dieron patria. Sólo aquí en México usamos esa palabra para definir a lo que el resto del mundo llama cementerio. Panteón es un grupo de dioses o personalidades exaltadas, sostiene Wikipedia.
Este venerable caballero no tiene nada de exaltado y es un viejo mazatleco de pura cepa. Creo que la opinión de gentes como ellos debería de ser tomada antes de modificar el paisaje que les implica y forma parte de su mundo.
En otra entrega de esta columna, escribimos que ojalá diesen a don Genaro Estrada un sitio merecido en nuestra ciudad. Jamás imaginé que me lo iban a poner en el acceso al parque, obstruyendo un poco el paso a caminantes y personas con necesidades especiales que por ahí transitan.
La escultura cívica tiene sus riesgos. Si bien puede ser digno de presumirse que Mazatlán haya sido erigido en maravilla natural por un consorcio televisivo, quizás sea riesgoso involucrar a los comunicadores en cuestiones faraónicas. Su imagen histórica es más insegura que la de los próceres, en especial por estos tiempos.
Veamos un ejemplo: ¿alguien puede decirme donde quedó la placa que proclamaba en La Machado a Raúl Velasco como hijo adoptivo de Mazatlán? No creo que se considere hoy al programa de Siempre en domingo como algo digno de conmemorarse en bronce. Ya sabemos la fantochería y corrupción que ocultaba esa producción tras bambalinas. Sospecho que esta placa yace en algún museo particular sobre el arte de la infamia.
Creo que hay que rescatar el parque Zaragoza. Y no me refiero sólo a que se realice una planeación adecuada sobre su estructura, sino también sobre su función para que vuelva a ser sitio de esparcimiento y encuentro con la familia y la naturaleza.
Otra vecina me informa que los niños tienen prohibido jugar en el parque. Es en serio. Seguridad pública les ha prohibido corretear o jugar con patinetas o pelotas en el área. Puede que tengan razón, pero me comenta dicha vecina que ahora los niños se la pasan recluidos en el cyber.
Quizás, con el acuerdo de los vecinos, se podría volver el tramo de la calle Morelos en un área semipeatonal de esparcimiento. O ver el modo de corregir lo ya hecho. Hay gente que teme que pongan alrededor del parque más y más estatuas. Visualice usted el efecto dominó. Ya vimos la intención de volver la glorieta del clavadista una plaza cívica.
Buena parte de mi vida ha estado ligada a ese parque. De niño lo cruzaba a diario para ir al Kínder Estefanía Castañeda. Ahí conocí a mi pareja. Y como hay gentes cuyas vidas transcurren siempre circunscritas en un mismo espacio - a pesar de todos los esfuerzos que hagan para escapar de su destino-, deseo que este sitio se mantenga luminoso y vivo por mucho tiempo.
No olvidemos que en esa misma área se encuentra el asilo de ancianos Ah, y que tampoco no hay ningún placa a la memoria del héroe que ha dado nombre al parque. Pero ahora si que mejor me guardo mi ideas. Hay que tener cuidado con lo que se sueña porque a veces las cosas se vuelve realidad.
octava_dies@hotmail.com