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ORQUESTANDO: Chayito, 'La Alondra de Orba'

22 junio 2016

"Un tributo a la cantante sinaloense que le cantó al pueblo, fallecida recientemente"

Guianeya Román

La inigualable Chayito Valdez (1945-2016) seguirá en nuestro recuerdo con su particular forma de interpretar las canciones que forman parte de nuestra cultura popular. El estilo de Chayito era único por el acento, y la forma de pronunciación, su dicción es clara, canta como si dibujara las canciones.

La Alondra de Orba se forjó una exitosa carrera independiente, nunca entró a las grandes casas disqueras, ni tuvo mucha promoción en la televisión, aunque entre los setenta y ochenta visitó algunos foros de televisa y de las cadenas hispanas de los Estados Unidos. 

El público, sus seguidores, sus admiradores la fueron encumbrando, fue siempre una cantante para el pueblo del pueblo.

La mayor parte de sus años profesionales ella misma contrataba músicos, arreglaba las grabaciones y hasta distribuía sus discos en los conciertos. No hubo escenario pequeño, se presentó en programas de variedades, presentaciones privadas, eventos, bailes, palenques ferias, lienzos charros, plazas de toros… a donde la invitaran.

Cantó con mariachi, banda, y grupo norteño recorrió el país de punta a punta, además de cumplir con numerosos compromisos con sus paisanos en los Estados Unidos. Para el mercado americano había una industria cinematográfica de escasa calidad, pero mucho sentimiento; Chayito participó en varias de estas películas.

Su carrera está llena de anécdotas y aventuras muchos momentos felices, y varios amargos. Alguna vez la contrataron y no le pagaron, otra la robaron; y muchas veces más la generosidad de sus admiradores le daba ánimo para seguir su carrera.

Otra grande la canción ranchera Amalia Mendoza, la Tariáculi fue su madrina y consejera. Ganó el primer Festival de la Canción Ranchera con la canción “El amor de tu vida” Sin embargo; en el quinto festival repitió la hazaña con “No me pregunten por él”. Fueron buenos años, sus discos rompían records de ventas.

Tras su accidente en 1985 los empresarios no querían contratarla porque se encontraba en silla de ruedas, Chayito empezó desde el principio, ella conocía el negocio, podía ser su propia empresa. La “Alondra” volvió a la cumbre, su carrera tuvo una segunda etapa fructífera hasta el accidente de 2003 que la dejó inconsciente hasta la fecha de su descenso.

Descontando a la piratería, se cuentan cuarenta producciones, casi quinientas canciones grabadas; Chayito sigue en el corazón de su público, su particular estilo se transmite de generación en generación.

En el año 2004, el entonces DIFOCUR publicó el libro Chayito Valdez, entre besos y copas (biografía testimonial); el texto es una compilación de entrevistas de personas cercanas a la cantante, familiares y amigos; las entrevistas fueron hechas por Leonor Mena Rodríguez cuando la intérprete ya se encontraba en coma. El texto todavía se puede encontrar en la librería EDUCAL que está en el Casino de la Cultura; en el Masín, y cuando el ISIC hace ventas especiales de libros para promocionar la lectura aparece en las mesas por $10 módicos pesos.

El Isic ya hizo públicos el resultado de las audiciones para la nueva generación del Taller de ópera de Sinaloa. Seguramente ahondaré más en el tema cuando esté próxima su primera presentación de septiembre; por lo pronto me gustaría compartir los nombres de los nuevos pupilos de El Taller.

Eligieron a tres sopranos, de Mochis llega Arisbe de la Barrera, quien el año pasado estuvo como oyente, es además integrante del Coro de la Comunidad de Culiacán; de Magdalena de Kino, Sonora le damos la bienvenida a Rosa María Dávila Rivera, quien cursa la licenciatura en música en la Universidad Autónoma de Sonora; de Aguascalientes se integra Monserrat Paz Pérez.

En la lista de mezzos brillan tres sinaloenses cada timbre con una personalidad distinta, Fernanda Peña e Isis Nefer, de Culiacán, quienes inician su segundo año en El Taller; y Athenea Reyes, de Mazatlán.

A dos de los tenores de voz aterciopelada ya los conocemos, además los aplaudimos durante las presentaciones de Elixir de amor, a principios de este mes; ellos son el mazatleco Jorge Alain Echegaray, y el regiomontano Héctor Coyol que hizo un “Nemorino” muy divertido. Llega a la fila de tenores Jesús Miguel Olguín originario de Chihuahua.

Habrá dos barítonos de San Luis Potosí, José Manuel González Caro; y el jovencísimo Humberto Barrón Zambada, de Culiacán, quien ya debutó en el Elixir de amor en un divertido papel de “Belcore”, villano seductor.

La compañía contará también con tres bajos Luis Leoncio Luna Reynoso, de Los Mochis, Mario Alberto Salazar Vega, de Chihuahua y Ezequiel Cervantes González, de la Ciudad de México, quien personificó al estafador de “Dulcamara” en el Elixir de amor recién montado.

Además se queda un año más el contratenor Edwin Parra Martínez. El Taller de ópera de Sinaloa lo dirige el maestro Carlos Serrano, al frente de un gran equipo en donde el maestro David Ramírez es el preparador vocal, mientras que Marcela Beltrán hace la magia en escena, los pianistas son los maestros Zlatina Valkova y Aldo Tercero y la coordinación se encuentra a cargo de Liliana Salazar. 

 

 

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