Ovacionan a los niños virtuosos del Cáucaso

"Sorprendentes danzas de los niños virtuosos del Cáucaso"

MÉXICO (UNIV)._ Transcurrió aproximadamente una hora antes de la primera ovación a Los Niños Virtuosos del Cáucaso en el Teatro Metropólitan. La razón: el embelesamiento que provocaron en el público las cuatro danzas con que inicia el espectáculo.
Unidas por puentes musicales de nakarina y tambor, estas coreografías no daban tiempo para respirar. La primera fue una representación de la relación hombre-mujer. Las niñas (en realidad adolescentes) usan vestidos de doble fondo que les permiten dar la ilusión de que flotan en el escenario.
El segundo número, en el que los niños simulan una batalla, seguida por una tercera coreografía donde la simetría impacta por su precisión. Luego, un cuarto número en el que el tambor llevaba el ritmo de una danza bélica, con los niños delante y las niñas resguardas al fondo del campo de batalla.
En este momento vino la explosión de aplausos para compañía de la República de Georgia integrada por 29 varones y 10 niñas
El coreógrafo Gia Davitashvili, director de la compañía, explicó que sólo los más talentosos, atractivos y disciplinados tienen el privilegio en su país de formar parte de este ballet que está por iniciar su gira por México.
"En la escuela hay unos 350 niños tomando clases, pero de ahí se hace una selección muy rigurosa para integrar a la compañía que saldrá de gira".
"Los niños llegan a la escuela cuando tienen entre cinco y seis años para aprender a bailar, pero para estar en el ballet se toman en cuentan muchas cosas, primero el aspecto físico, deben ser muy guapos, que tanto talento tiene para bailar y además deben tener buen oído musical porque eso le permite moverse mejor", afirmó el coreógrafo.
Todos son herederos del conocimiento y la experiencia del Ballet Nacional de Georgia, del cual aspiran formar parte algún día.
"La región caucásica ha sido históricamente escenario de grandes batallas; por lo tanto, la danza ha simbolizado la permanente lealtad de su población, reflejada en el salto y caer con la punta de los pies" agregó Davitashvili.
"A la damas no se les roza ni se les mira directamente a los ojos. La danza, pues, es reflejo de las batallas y los conceptos morales, usos, modos y costumbres con que aún hoy las nuevas generaciones son educadas para enfrentar la vida", agregó.
Las aptitudes de los niños se va trabajando a lo largo del tiempo. Ingresan a la Escuela Nacional de Ballet Georgiano desde los tres años. Paralelamente, cursan sus estudios en las escuelas normales y al cumplir seis años los mejores son elegidos para integrarse al grupo, donde permanecen hasta los 12. Están lejos de sus papás, pero trabajan como profesionales.
"Ellos transmitirán a las nuevas generaciones la historia de Georgia, narrada a través del baile. El baile y la caída en punta de pie, sin ninguna protección más que las botas de cuero flexible, representan la alerta permanente en que ha vivido la región caucásica".

LOS ATUENDOS
La pedrería que usan las niñas evoca a las antiguas reinas. Están cubiertas casi en su totalidad y eso significa honradez. Para sus padres es motivo de orgullo que estén en la compañía.

VIRTUOSOS
Algunos de estos niños hablan georgiano, francés, ruso, inglés o alemán y varios dominan cuatro idiomas.