Paul Delaroche
Realizando temas de carácter histórico y también religioso, Paul Delaroche impulsó un estilo en el cual penetra el sentimiento entorno a la persona protagónica de un tema, de tal manera que quien observa alcanza a sentir el mismo sentimiento del personaje expresado en su obra.
Más allá del estilo utilizado, su tema era capaz de hacer experiencia sensible los sentimientos de los personajes como si fueran propios.
Esto se puede mostrar en la obra donde se contempla a Napoleón, sumido en su tragedia personal, tras la derrota, después del tratado de Fontaineblean, en donde se contempla la frustración y el abatimiento del emperador por la derrota infringida y que le obligo a abdicar de su imperio.
Ubicado dentro de las escuelas del romanticismo y del clasicismo llega a expresar, en su arte pictórico, una remembranza histórica del drama vivido en el mundo anglicano y a la manera de William Shakespeare y de Walter Scott en la literatura, quienes dieron un sentimiento afín al drama vivido en la historia del reino inglés, ahora repetido en el drama de una sociedad con decadencia de humanismo en las postrimerías del reino francés.
Tal vez la obra más expresiva del significado de esta visión del artista, si es que no el principal, sea el cuadro de la ejecución de Lady Jane Grey, en el cual de impactante manera se muestra el sadismo imperante cuando el teniente John Brydges la asiste colocándola sobre el bloque donde seria ejecutada la decapitación, en una continuidad del conflicto iniciado en el reinado de Enrique VIII.
Paul Delaroche nació en París el 17 de julio de 179, su padre, Gregoire Hippolyte, ejercía el oficio de comerciante, pero el decidió segur su inspiración por las artes y a los 19 años ingreso al L’Ecole Des Baux y más tarde continuo bajo la dirección de Antoine–Jean Gros, quien le condujo en la tendencia en su tendencia de expresar pictóricamente con tintes históricos.
Con esta orientación produjo temas de carácter históricos imprimiéndoles su estilo, con una personal percepción, lo cual, como siempre sucede, le acarreó algunas críticas.
Teniendo que sufrir los ataques de la época por su estilo, se retiró en un autoexilio, durante el cual continuó realizando obras con un sello propio de su genio. Entre sus alumnos destacados se pueden mencionar, entre otros; a Jean Francois Millet, Jean-León Geronime, Nicolás Víctor Vilain, Jules Cavelier; Jules-Alexandre Duval, entre otros.
Finalmente, el 4 de noviembre de 1856 Paul Delaroche dejó este mundo en le época en que iniciaba el segundo imperio francés dirigido por Napoleón Bonaparte, sus restos descansan el cementerio de Montmartre en Paris. Su obra y su estilo continuarían impactando al expresar escenas donde está presente el sentimiento conviviendo con la realidad del mundo actual.