Polo Carrillo, ex vocalista de Ergo Sum, encuentra en el rock el sentido de su vida

Leopoldo Medina
06 julio 2018

"Después de 15 años del adiós de Ergo Sum, el cantautor y rockero sinaloense afirma que todavía tiene más que dar en el rock"

Para Polo Carrillo, ex líder y vocalista del desaparecido grupo de rock Ergo Sum, haber creado y pertenecido a una banda que por 15 años se consolidó como una agrupación icónica en Sinaloa en los 90, marcó el rumbo de su vida y hasta hoy le sigue dando muchas satisfacciones.

“Ergo Sum fue una gran escuela, me dio mucho aprendizaje, fue un proyecto muy importante porque definió mi estilo de vida, me dio las bases para crear música”, dijo.

“Haber dejado esta banda en el nivel de éxito que se quedó fue satisfactorio y de gran significado para mi”.

 

Hoy con 30 años de experiencia dentro de la música, este sinaloense sigue sumido en el rock, participando en proyectos musicales: Jazzyfunkers, un dueto con Diana Paz y su proyecto personal llamado Polosum.

Entrevistado en su estudio de grabación, entre bocinas, consolas, cajas de ritmo, loopers, guitarras y viejos afiches de la época dorada de Ergo Sum contó cómo el rock le dio sentido a su vida.

Quiso ser ingeniero mecánico, pero su pasión por la música pudo más, por lo que justo antes de terminar su carrera cambió los salones por los escenarios, las libretas por cuerdas y, baquetas.

“Visitar una empresa donde ejercería como ingeniero mecánico me ayudó a ver que no era lo que yo quería, no me vi haciendo eso, abandoné la carrera para meterme de lleno a la música con el apoyo de mi familia”, dijo Polo.

Tenía 17 años cuando se inició en el rock, empezó tomando clases de batería, hasta que un día , un amigo lo invitó a formar parte de su banda llamada Tradsh, Polo aceptó y así se convirtió en el baterista.

Recordó que para él era algo nuevo tocar metal pesado,se acompló al sonido del grupo, pero duró poco tiempo para después sumarse a la banda Vanguardia.

En sus descansos, empezó a tocar la guitarra y a componer sus primeras canciones, hasta que finalmente en 1985 decidió crear su propia banda a la que llamó Ergo Sum.

“Decidí crear esta banda porque me di cuenta que podía componer desde una canción hasta armar conciertos completos”.

Después de que 15 o 20 melodías compuestas, empezó a tocar ya formalmente como banda, alternando también con otras y eso, le dio sentido a su vida.

Así nació Ergo Sum conformada por Yadira Bastidas, en la batería, Martina Pacheco en el bajo y Polo en la guitarra y voz. A los meses se integró Blanca Emma Carrillo, en los sintetizadores y posteriormente Elizabeth en el Saxofón, Gustavo León en la guitarra y Jaime Álvarez, también en el sax.

“Con esta alineación nos dimos a conocer, y nuestro concepto fue una fusión de ritmos, diferentes tipos de rock combinado con reggae; hoy sé que no era fusión, pero así lo manejamos en su momento”.

El grupo interpretaba canciones de su autoría y con ellas se presentaron en los foros que en su momento existían en Culiacán.

“Nos tocó una época donde no había nada en Sinaloa para el movimiento rockero, aunque bandas como Euforia, Naranja Mecánica, Morton Lumpen, Cadáveres, éramos las bandas que más sonábamos en ese momento”.

Recordó que para realizar una tocada se encargaban de todo, desde buscar el lugar, volantear, vender boletos, estar en la taquilla, hasta subirse al escenario finalmente a tocar.

 Las primeras producciones

Dado el éxito que tuvo Ergo Sum entre los sinaloenses, la agrupación grabó su primer demo, una producción que incluyó sólo cuatro canciones, el cual fue bien aceptado por sus seguidores.

Después estuvieron como invitados de la cantante Betsy Pecanins para que abrieran una de sus presentaciones en la Ciudad de México.

“Para nosotros fue una sorpresa esa invitación, y fuimos, tocamos y esto nos dio la oportunidad de conocer al dueño de una disquera independiente, él escuchó nuestro demo, le gustó, vio la banda y nos invitó a grabar otro demo en 1991.

Fue un cassette que llevó por título 'Por lo tanto existo' también constó de cuatro canciones, entre ellas Al filo de la soledad y Pintado de verde”, comentó.

La grabación sirvió de base para que llegaran nuevas composiciones que formaron un disco más completo.

“A partir de esta invitación empezamos viajar hasta cuatro veces al año a la Ciudad de México, nos quedándonos varios meses presentándonos en foros como el Rockotitlán, entre otros y llamábamos mucho la atención no sólo por la música, sino porque había mujeres en la banda”.

También fueron invitados a abrir los conciertos de Tijuana No, lo que le permitió a Ergo Sum proyectarse a nivel nacional porque la acompañaron a la mayoría de sus presentaciones en Guadalajara, Puebla, Pachuca, Cuernavaca, Tijuana.

Ensenada, Mexicali, viajando también a Hermosillo, San Luis Río Colorado, entre otros.

“Para nosotros, Tijuana No era nuestro modelo a seguir, por lo que intentamos copiar de alguna forma los procesos que ellos tenían y que les estaba dando resultado en el tema de la proyección y promoción, esto nos permitió visitar distintos programas de radio, salir en periódicos y revistas especializadas”.

 

                                             

Una fase de transformación y aprendizaje

En 1997, con la salida de algunos de sus integrantes, Ergo Sum vivió una etapa de proyección estatal, pero esta vez con sólo cuatro integrantes de los siete que eran.

Tuvo que modificar su instrumentación, apoyándose en las nuevas tecnologías para crear música.

“Nuestro sonido cambió, y toda esa época que vivimos abriendo conciertos, y de grabaciones significó mucho para mí. La segunda etapa vino a reforzar el trabajo realizado, grabando una nueva producción, ahora un poco más madura con mejores composiciones”.

El grupo llevó un mejor control de trabajo, fueron más eficientes al consolidar los objetivos y trascendencia de la banda, que a veces resultaba difícil por las distintas personalidades de sus integrantes.

Polo platicó que musicalmente se cambió el concepto del grupo agregar nuevas instrumentaciones, arreglos, pero conservando elementos que los distinguiera como una banda de rock.

“De ser una banda fusión, en el 2000 Ergo Sum pasó a ser una banda de rock pop alternativo, un cambio que se notó en el segundo disco Tas loco tú”, recordó.

“Temas como Lágrimas, Flavor of the night, formaron parte del disco, también se incluyeron toques más electrónicos y descubrí que puedo hacer mi propia música”.

Cuando grabaron el disco Ser, Ergo Sum ya era una banda consolidada, un disco más cuidado en su producción y tuvo una buena distribución en el estado.

                                         

  El inminente adiós

Pese a ser una banda consolidada, madura y con buen futuro en la música, despupés de 15 años, Ergo Sum llegó a su fin por diferencias personales.

“Creo que no supimos manejar las personalidades de cada uno, la parte musical la teníamos clara, pero entendernos, comunicarnos y comprendernos no nos funcionó, nos faltó trabajar en conciliar y resolver conflictos”.

Y aunque la música era muy buena, llegó el momento en que todo se terminó.

 

Paralelamente a Ergo Sum, Polo había creado la banda Parque Madero, Integrado por Juan Pablo Cárdenas, Diana Páez, Gerónimo Cárdenas y Marco García, explorando con ellos otros caminos de la música.

“Parque Madero fue un proyecto enfocado para trabajar, obtener dinero tocando covers en bares, restaurantes y eventos, hasta que se decidió grabar un disco de título Cosmonauta, formado por 12 temas, algunos con video”s.

Parque Madero se creó en el 2003 y se diluyó en el 2014 como agrupación, se quedó únicamente Polo y Diana, quienes desde entonces forman un dueto cantando en eventos y otros lugares.

  

                                                       

Jazzyfunkers su nueva propuesta

Otro proyecto del rockero es Jazzyfunkers, un trío de Jazz-Funk en el que se hace acompañar por el trombonista Jorge Peraza, Fernando Carreón, alternado con Alberto Lara en la batería.

 “En este proyecto exploro el live looping, un pedal de guitarra que al tocar algo se graba, creando capas de música, las cuales vas creando en el momento generando una melodía que se va construyendo alrededor de esto, es una pieza que nace de la nada”, explicó.

Este mismo concepto de Live looping, lo ha llevado a su proyecto personal llamado Polosum, pero esta vez en su faceta como solista, tocando y cantando sus canciones.

“Con Jazzyfunkers está el proyecto de grabar un disco, ya tenemos el material compuesto, y grabado solo falta meternos de lleno al estudio y grabar todo lo que tenemos para presentarlo antes de que termine el año, y como Polosum sigo componiendo mis canciones”.

Destacó que tiene el deseo de hacer un show tocando todas sus canciones, tanto de Ergo Sum, Parque Madero y Polosum, acompañándose de sus amigos

“Quiero hacer una buena tocada que espero pronto realizar”.

 

                                                     

 Nuevas generaciones

Polo resaltó que las nuevas bandas tienen todo a su alcance para sobresalir: las plataformas digitales, compartir su música de manera inmediata y llegar a su audiencia sin importar donde se encuentre.

Considera que el rock no ha perdido presencia pese a que géneros como el reggaeton estén el gusto e interés de los jóvenes.

“Si no es el reggaeton puede ser otro género como la banda, eso pasaba antes también, siempre han estado presente, el asunto es entender que México no es como Inglaterra, Estados Unidos o Argentina donde el rock es lo más popular, el folclore que los distingue, y para México no, donde lo más rock que tiene es el pop”, dijo.

 “El rock ha sido todo para mí, y no me arrepiento de la decisión que tomé a elegir este modo de vida, es mí forma de ser, me ha dado la mejor manera de expresar todo lo que soy, me ha dado una forma de cuestionar mi entorno, el rock me ha dado apertura, crecimiento, aprendizaje. A la música y a la vida le agradezco todo porque me hizo encontrar mi vocación”.