Presenta el escritor Eduardo Antonio Parra su libro 'Juárez, el rostro de piedra'

Nelly Sánchez
07 noviembre 2015

"Una novela sobre la historia de Benito Juárez"

El rostro que Eduardo Antonio Parra miraba en los bustos y esculturas por las calles de México, cambió cuando se puso a investigar la vida de quien fue Presidente de México de 1858 a 1864.
Al presentar su libro Juárez, el rostro de piedra, el narrador dijo que una de las intenciones era poner al personaje en su contexto.
"Juárez tuvo el mérito de haber forjado la nación mexicana gracias a las circunstancias que le tocó vivir y a los hombres que lo rodearon. Era un hombre con un instinto político afinado, sabía qué hacer para aprovechar las circunstancias nacionales, las fuerzas internacionales porque leía el momento y aprovechaba lo que se daba a su alrededor", apuntó.
En el Casino de la Cultura, ante estudiantes, escritores y lectores, Parra apuntó que para documentarse, leyó muchas biografías de Juárez, libros de Historia del Siglo 19 y novelas de ese misma época.
"Empecé leyendo biografías y me di cuenta de que la idea de hacer la novela no era descabellada, porque la mayoría de las biografías son políticas, sesudas, analíticas y yo decía, 'no, yo quiero ver un Benito Juárez moviéndose entre la gente que odiaba y amaba, alrededor de la familia'. Luego empecé a leer los libros de historia y las novelas, para conocer la atmósfera y lenguaje del Siglo 19".

De la narrativa del norte a la figura presidencial
Acompañado del narrador Élmer Mendoza y Modesto Aguilar, funcionario del Instituto Sinaloense de Cultura, el autor de Nadie los vio salir, destacó que su interés por la figura comenzó cuando quería abordarla desde el territorio del Norte, lo que caracteriza a su literatura anterior.
"Yo siempre he escrito sobre el norte de México y quería escribir sobre la matanza de Tomochic, pero alguien me dijo por qué no tomas a un personaje de la historia de México, no hay novelas sobre Zapata, sobre Juárez, cuando escucho Juárez, tuve la imagen de un indio de la Sierra de Oaxaca en el desierto de Chihuahua, vestido de frac", explicó.
"Pensé cómo se habrá sentido cuando iba en el Paso del Norte, busqué datos, encontré en Fuentes Mares que los lugareños decían 'ése es el presidente, parece un tarahumara pequeñito', luego me encontré una crónica que lo atestiguaba. Entonces empiezo a contar la travesía de Chihuahua a Paso del Norte... pero luego me interesé en escribir sobre el personaje y tuve que reelaborar la estructura de mi novela".
Durante la presentación, Parra describió a Juárez como un hombre hogareño y de profunda fe, aunque no soportaba el exceso de poder en la Iglesia.
Para crear esas atmósferas, leyó biografías de Margarita Maza, la relación entre Juárez y Porfirio y cuando había algún hueco, lo llenó con la ficción.
"A veces hay muchas anécdotas, un dato de algún historiador, memorias, que deja libre como para convertirlo en una escena literaria, ahí funciona la ficción, imaginación e intuición en la novela histórica".
Mendoza destacó que al leer la obra encontró que Parra sacó petróleo de la piedra por la infinita la cantidad de detalles que se descubren en la historia de Benito Juárez.
"Algunos al leerla tal vez lo amen más de lo que ya lo amaban o tal vez tomen distancia de su figura".
Aguilar añadió que en la novela el autor presenta al hombre de carne y hueso, necesitado de compañía y limitado por la investidura presidencial que le exige compostura y respeto.
"Nos muestra al Juárez calculador de los momentos políticos, algo que explica sus 13 años en el poder presidencial. Nos redescubre momentos de debilidad y cavilación en un libro provocador porque derriba mitos, prosa impecable y atrayente", puntualizó.


FRASE
"Nos muestra al Juárez calculador de los momentos políticos, algo que explica sus 13 años en el poder presidencial".
Élmer Mendoza
Escritor