Se pone Georgina Martínez en ‘Los ojos de Inés’

Nelly Sánchez
29 abril 2022

La autora y promotora de lectura participa en el Encuentro Internacional Mar de Lectura

Contar su historia personal de niña, como lectora, pero a la vez dar cuenta de la vida y obra de la narradora sinaloense Inés Arredondo, fue el propósito de Georgina Martínez Montaño al escribir “En los ojos de Inés”.

Al participar en el Encuentro Internacional Mar de Lectura, la escritora, bailarina, promotora cultural destacó su admiración por la autora de

“Inés Arredondo me llamó siempre la atención porque fue una mujer que destacó entre hombres, en una época tan difícil, a ella le costó mucho trabajo como a muchas mujeres de la actualidad, escribir, a lo mejor tener esa seguridad porque escribió poco, a lo mejor no sabía lo grande que era”, dijo.

“En esa época abordaba temas fuertes, de sexualidad, erotismo, impensables en esa época, sus cuentos eran hermosos, muy internos, me encanta su manera de escribir, lo difícil que fue para ella estar en un grupo de hombres destacados de la literatura”.

Y es en esta época cuando se habla de ella y se hace justicia, dijo, cuánto tiempo tuvo que pasar para que se le reconociera que escribía al mismo nivel.

“Mi admiración por ella es tanta y yo creía que fuera mi propia historia pero que tuviera pincelada de la obra de Inés, como La sunamita, sin hacer una copia de sus cuentos, y pensaba cómo le haré para mencionar, si es un libro para niños hay que sugerir”.

Recordó que cuando se casó, su esposo la llevó a Eldorado y ella esperaba encontrar los paisajes de la literatura de Inés Arredondo, pero ya habían pasado muchos años de aquellas historias.

“Pero luego me volví a enamorar de Eldorado que se hizo a partir de un ingenio azucarero, en ese entonces quería verme como la Inés Arredondo de los cuentos y de repente vi otro Eldorado y vi que los escritores tienen un mundo mítico y mágico en su cabeza”.

Reconoció que la primera vez que presentó este libro fue muy emocionante porque fue en pandemia y lo comentó una niña.

Lo que más se le dificultó en el proceso creativo, compartió, fue justamente el crear su propia historia, con esa pincelada de la obra de Inés.

“Pensaba cómo le haré para mencionar la obra, si es para niños hay que sugerir, porque no sería para niños el cuento y lo que hice fue acordarme de cómo fui a esa edad, de lo que me gustaba, de los niños con los que platicaba, su lenguaje”, apuntó.

“Poner algo de mi gusto por la poesía, porque digo cosas así como que el abuelo puso tierra del río, había referencias poéticas que no fueron adrede pero se fue dando, sí me costó trabajo”.

Confesó que ella de niña quería ser poeta y que lee mucha más poesía que narrativa, ama a los clásicos.

“Poncho Orejel ha sido un poco mi mentor en la cuestión de la literatura infantil y me ha empujado y me dice Geo ponte a escribir, tienes esta onda de la poesía en tu narrativa y qué halago que te lo diga, también me regaña y me ha impulsado mucho, y creo que voy en este camino, estoy escribiendo cuentos en donde Sinaloa es un personaje”, dijo.

“Quiero que mi literatura tenga estos personajes, mi cuento Costras también son relatos de estos pueblos”.

Comentó que el Instituto Nacional Electoral seleccionó un cuento de ella que retrata a una niña indígena, que surgió luego de la convivencia en talleres en comunidades.

“Es ‘Ania la venadita que danza’ y ahí uno mi amor por la literatura, la danza y por Sinaloa”.

En sus cuentos, añadió, también aparece Mazatlán, que es un puerto que ama.

“Creo que mi madre y mi abuela me inculcaron ese amor por la tierra y decirle al mundo entero que tenemos cosas hermosas que compartir”.

Karina Castillo, organizadora del Encuentro junto con José Manuel Baltazar, destacó que Georgina maneja muy bien el tema de la identidad, que se conozcan las raíces,

A sus hijos, añadió Martínez Montaño, les leía cuentos desde chicos porque está consciente de que la lectura sí hace algo por los seres humanos.

“Transforma el alma y lo he visto en mi casa, mis hijos son seres humanos sensibles, porque en casa había esas historias y estamos alimentando el espíritu”.