Se recupera Rolando Villazón de un quiste
"El tenor mexicano escribió su primera novela, 'Malabares'"
MADRID (UNIV)._ Tardó dos meses en aprender a hablar y pensó que nunca más volvería a cantar, pero el tenor mexicano Rolando Villazón casi agradece el quiste en la garganta que le apartó un año de los escenarios porque la experiencia le ha permitido, entre otras vivencias "gloriosas", escribir su primera novela, Malabares.
En ese proceso hubo lágrimas, pero de felicidad.
Una noche llevó a sus hijos, Darío y Mateo, a la cama y les cantó, en la audición "más difícil" de su vida, "su" nana, la que dice -y la entona- "riquirán, riquirón, vamos a mecernos al sillón".
"Y seguí cantando. La acabé y salí con lágrimas y le dije a mi esposa, Lucy, 'ya lo logramos' y nos abrazamos. Todo lo que me sucede en mi carrera es un regalo. Estoy felicísimo, estoy viviendo los momentos más dichosos, más intensos de mi carrera como cantante de ópera", subraya Villazón, al que detectaron en 2009 un quiste, por lo que tuvo que suspender un show en el Met de Nueva York aquel año.
Su primera novela
Malabares, una historia de amor a varias bandas ha sido una "maravilla" porque sus personajes se convirtieron en parte de su vida.
Escribió sin mucha idea de publicar, pero se lo enseñó a su amigo, el escritor mexicano Jorge Volpi, que le dio "una clase maestra" y después tuvo la fortuna de que editorial Espasa se interesara por su valor literario y no porque el fuera Villazón.
"Me preguntaron '¿tú quieres publicar una novela o ser escritor?'. Y yo dije, 'soy escritor'. Es la primera de un gran proyecto para toda la vida. Ya estoy escribiendo la segunda", subraya.
"Autolimitarse es ahorrarse muchos riesgos y muchos errores pero también muchas alegrías", resume sobre su "renacentismo".
NUEVO DISCO
Villazón Acaba de editar "Villazón Verdi" (Deutsche Grammophon) , aprovechando la ocasión del bicentenario del nacimiento del compositor italiano.