Trae Enrique Serna ‘El vendedor de silencios’

Noroeste/Redacción
07 octubre 2019

"Lo presentará el autor en Mazatlán el 9 de octubre, en la Galería del Teatro Ángela Peralta"

CDMX._ Carlos Denegri se llenaba los bolsillos de dinero por las cosas que callaba. Era periodista, líder de opinión e instrumento de los poderosos en México. Había una leyenda negra sobre él que estaba dispersa, misma que el escritor Enrique Serna se encargó de darle sentido y ahora Denegri, “el mejor y el más vil de los reporteros”, según el veterano periodista Julio Scherer, protagoniza “El vendedor de silencios”, la última novela de literato mexicano.

En una entrevista con “Puntos y Comas” el autor de El seductor de la patria señala que el modus vivendi de Carlos Denegri sigue vigente. Sin embargo, el tiempo siempre se encarga de pasar factura a los periodistas de ese tipo. Hoy destacan los que son libres, independientes y mantienen una sana distancia con el poder.

“Había una leyenda negra sobre Carlos Denegri que estaba dispersa en testimonios, en charlas de boca en boca. Yo sentí que valdría la pena hacer algo sobre este personaje que me atraía, pero narrando la novela desde el interior de su conciencia, que era una conciencia en descomposición, sobre todo en los dos últimos años de su vida. Tuve que hacer una investigación bastante ardua en hemerotecas, recabar testimonios para llenar lagunas de su vida que no se conocían”, relata Serna Rodríguez.

¿La palabra vil cabe al momento de definir a un periodista?

“Por supuesto que puede caber, dependiendo de la conducta de cada periodista. En algunas épocas de la vida mexicana, el envilecimiento era condición para tener éxito. Una de esas épocas fue la de Denegri. A los periodistas combativos y que querían defender el derecho a la información, los aplastaba el sistema político, como le pasó a otro personaje de la novela, Jorge Piñó Sandoval”.

“En los años cincuenta publicó la revista Presente, todavía en el sexenio de Miguel Alemán. Él denunció todas las corruptelas de su camarilla, pero sólo duró menos de un año la revista, a pesar de que tenía muchos lectores. Primero le enviaron unos matones a destruir la imprenta y luego le cortaron el suministro de papel, y él se tuvo que exiliar a Argentina durante muchos años. En mi novela es importante porque él tiene una larga conversación con Denegri en una cantina, y porque él fue el amigo que lo llevó a Excélsior”.

¿Denegri puede ser definido como un periodista?

“Sí, en todas las profesiones hay buenos y malos. Hay gente que puede deshonrar la profesión, pero eso no le quita que lo siga haciendo. Malo, corrompido, si tú quieres, pero periodista al final. Denegri era un personaje amalgamado en aquel priismo imperial. Era un personaje que se había construido cerca de ese priismo. Era un personaje que había terminado por pudrirse por ese sistema”.

“Él no desempeñaba cargos públicos, pero era una pieza muy importante del sistema político. Él era el cronista de las giras de los candidatos a la Presidencia. Él era el cronista de lujo que ellos (los políticos) tenían. Uno de los libros que publicó es una crónica de la campaña de López Mateos, por ejemplo. Creo que llegó a ser una especie de ministro sin cartera. Cuando él llegó a hacer giras internacionales para entrevistar a jefes de Estado, tenía a su servicio a todo el cuerpo diplomático que lo iba a recibir como si él fuera un Secretario de Estado a todos esos países, que además le concertaba las entrevistas con los presidentes”.

Señaló que Denigris era un vocero extraoficial de la Presidencia, sobre todo a partir del sexenio de Miguel Alemán, que es cuando irrumpe toda una camada de cachorros de la Revolución, que es como les llamaron a los que eran hijos de revolucionarios; que regentearon la industrialización del país y se enriquecieron a costa del erario de una manera escandalosa.

Desde el segundo año del sexenio de Miguel Alemán, su primo, Fernando Casas Alemán, que era regente de la ciudad, se estaba construyendo una gigante mansión en la esquina de Copilco e Insurgentes.

Un día amaneció, en una de sus bardas, una frase: ‘¿tan pronto, licenciado?’ De ahí se le quedó el mote de los tanprontistas. En esa época hacía muchos cartones Abel Quezada con el tema de los tanprontistas. Denegri se integra perfectamente a ese grupo de juniors porque él era hijastro de un prominente político sonorense, Ramón P. Denegri, que había sido Secretario de Agricultura con Obregón y Secretario de Industria y Comercio con Portes Gil, y que luego fue embajador en varios países, lo cual permitió a Denegri aprender muchas lenguas, lo cual le ayudó mucho en la profesión.

Uno de los infiernos que enfrenta Denegri es el alcoholismo.

“No era un alcohólico que tuviera que beber todos los días o que no pudiera soltar la botella, pero cuando bebía no podía parar y se ponía muy agresivo con las mujeres. Era ese tipo de alcohólico. A mí me llamó mucho la atención desde la primera vez que leí anécdotas sobre él, que hubiera podido existir un personaje tan soberbio y al mismo tiempo tan vulnerable. Él era un hombre intoxicado de poder, tanto en el ejercicio de su profesión como en la vida íntima”, mencionó.

“Él tenía un ‘talón de Aquiles’: la debilidad de carácter, que lo arrastraba al despeñadero incluso con más fuerza que la ambición. Parte de esa debilidad de carácter era su alcoholismo. Él no podía ser un hombre que ejerciera el poder con firmeza, como sus modelos de comportamiento, entre ellos Maximino Ávila Camacho o el magnate Jorge Pasquel, porque venía arrastrando un trauma desde la infancia que probablemente le provocaba una gran inseguridad”.

¿Identificas a algún personaje en el periodismo mexicano actual que sea parecido a Denegri?

“Obviamente el periodismo mercenario no ha desaparecido. Apenas el sexenio pasado el Gobierno de Peña Nieto se gastó 3 mil millones en publicidad y en sobornos a periodistas. El modus vivendi de Carlos Denegri sigue vigente, pero en general el periodismo sí ha cambiado mucho”, comentó.

“Ya no se puede decir, como decía Scherer de Denegri, que ‘era el mejor y el más vil de los periodistas’. Actualmente los mejores periodistas destacan porque son libres, independientes y mantienen una sana distancia con el poder”.

Con información de Sinembargo.com

CELEBRACIÓN

La librería Casa del Caracol celebra sus 15 años con la presentación de la noviela “El vendedor de silencios”, del escritor Enrique Serna, quien estará en Mazatlán para presentar su más reciente obra.

La cita es el miércoles 9 de octubre, a las 19:00 horas, en la Galería Ángela Peralta. Asista, la entrada es libre.