Un encuentro con la Intervención Francesa en Mazatlán
"El historiador Héctor Torres traduce fragmento del diario de un soldado francés."
MAZATLÁN._ Cuando Héctor Torres Nafarrate estudiaba en la Soborna de París en los años 70 del Siglo 20, dedicaba parte de su tiempo en pasear por los bulevares que bordean el Río Sena, en donde existen puestos de vendedores de libros viejos, en uno de esos paseos encontró el diario de un soldado francés que se llamaba Paul Laurent, titulado La guerra de México de 1862 a 1866, en el que le dedica un fragmento a Mazatlán.
"Encontré otros diarios de soldados que participaron en la intervención francesa, pero me gustó mucho este porque tiene un sentido y calidad literaria que hace muy amena su lectura.
Paul Laurent estuvo cinco años en México, pertenecía al Tercer Batallón de Cazadores Africanos que estaba asignado al norte de África. En su diario íntimo narra desde su llegada al Puerto de Veracruz, su participación en la Guerra de Puebla, y todo su trayecto hasta llegar a Mazatlán por la Sierra de Durango", mencionó.
"Una síntesis del diario fue publicado en el periódico El Figaro.y el libro fue editado en 1867, dos años después de terminada la guerra.
El soldado francés describe con detalles cómo eran los pueblos donde llegaban y Mazatlán lo deslumbró por la modernidad y las comodidades que se podían disfrutar.
Héctor Torres tradujo del francés al español el texto. A continuación, el fragmento en el que describe el Mazatlán de 1863:
Fragmento del diario del soldado francés Paul Laurent de su diario íntimo que fue publicado con el nombre de La Guerra de México de 1862 a 1866, el autor estuvo en Mazatlán durante la Intervención francesa.
..."Mazatlán, capital de Sinaloa, no se parece nada a otras ciudades de México. Este puerto, en el Océano Pacífico frente a San Francisco, es a pesar de su bandera mexicana una ciudad estadounidense.
El español se habla sólo en la clase baja. El inglés, el francés y el alemán sirven a las relaciones de los comerciantes extranjeros, que constituyen la población real de Mazatlán. Los bar-rooms y las coffees-houses reemplazan a las fondas que se encuentran en el centro de México; las bebidas son americanas (ginebra, jerez-cobleer, cerveza) .
Siempre se sirven con un enorme trozo de hielo, traído semanalmente por el vapor de San Francisco, y con la pajilla tan usada por los Yankees.
Los vinos de Francia abundan aquí, y, como los traen en calidad de lastre, a bordo de los barcos, no cuestan mucho más que en Europa. Desde este puerto y desde Tampico, los vinos se reparten hacia el altiplano mexicano en donde se encarecen de una manera exorbitante debido a las dificultades del transporte.
Un puerto y una bahía hermosa con una de las playas más bellas del mundo, esa es la fortuna de esta ciudad si estuviera más poblada.
Como posición geográfica, como suelo fértil, incluso con el potencial de sus minas, diría yo casi en secreto, si supieran cómo explotarlos, Mazatlán podría valerosamente convertirse en el rival de San Francisco, frente a él en el Océano Pacífico.
Mazatlán es un almacén dado por la naturaleza entre el Nuevo y Viejo Mundo. Los barcos llegan de todos los puertos de Europa cargados con mercaderías de todo tipo; y se van con los flancos llenos de algodón, de maderas raras (ébano, caoba, etc.), de tabaco y de dinero. Ya que el contrabando de dinero es practicado a gran escala por las naves inglesas.
Se habla de las minas de San Francisco; pero los que conocen la riqueza de las minas de Sinaloa guardan silencio y lo aprovechan sin decir nada.
El clima no es malsano, a pesar del calor excesivo. Las brisas saludables del mar llegan tarde y mañana para contrarrestar la influencia molesta del cielo tropical de Tierra Caliente
La construcción de Mazatlán se debe, necesariamente, a la composición de su población. La ciudad, construida sobre una lengüeta de suelo arenoso que se adentra en el mar, se divide en dos partes distintas: El lado del puerto está lleno de hermosos hoteles, espléndidas tiendas; hay todo el lujo y la comodidad estadounidense e incluso europea.
En el lado del interior, los edificios bajos y las chozas de los campesinos indígenas le dan un aspecto diferente.
El paseo del puerto en Olas Altas (las olas altas) se ve, todas las mañanas y tardes, lleno de distinguidos caminantes. Coches de París, tirados por magníficos caballos trotones de Kentucky que recuerdan los Campos Elíseos, y la moda de París, llegada en el último barco, se luce allí como en el hipódromo parisino de Long-Champs
La posición de Mazatlán, desde el punto de vista estratégico, hace que sea muy fácil defenderlo sobre el terreno. Solo es posible una entrada, ya que la ciudad está construida sobre una lengüeta de tierra, y esta entrada está controlada por una altura que permite defender toda la ciudad.
El ejército francés ha establecido una batería grande. Defender a Mazatlán por el lado del mar es imposible si no tienes un escuadrón en el puerto. Además, a la llegada de la flota francesa, Corona ni siquiera intentó un simulacro de resistencia".