Vértigo
"El cine que no hemos visto: "La vida de Adèle""
"La vida de Adèle" ("La Vie d'Adèle", Chapitre 1&2, Francia, 2013) es muy común. Vea si no: en los años en los que seguimos su vida, la conocemos como una adolescente que se descubre a sí misma, se enamora apasionadamente, entra en una relación que primero funciona y que después ya no, pasa el tiempo, llega a tener un trabajo que le gusta pero, al final de cuentas, no deja de sentir el dolor por ese primer amor que no puede olvidar.
En efecto, el quinto largometraje de Abdelatiff Kechiche ("La culpa la tiene Voltaire"/ 2000, "La Venus negra" /2010), escrito por el propio cineasta y Ghalia Lacroix, es casi una "bildungsroman" tradicional.
Lo notable es la forma en la que Kechiche cuenta la historia y, más aún, las actrices que le han servido para ello. Por algo, el jurado de Cannes 2013, presidido por Steven Spielberg, le otorgó la Palma de Oro, no sólo a la película y a su director sino, también, a las dos actrices.
La "Adèle" del título (Adèle Excharchopoulos) es una quinceañera que, dice en una escena clave, "le falta algo". Cuando hace su aparición la un poco mayor artista plástica "Emma" (Léa Seydoux), rondándola/acosándola/conquistándola, Adèle descubrirá qué es exactamente lo que faltaba: la pasión sexual.
Mucho se escribió en el momento del estreno de esta cinta que nunca ocurrió en Culiacán, por supuesto- sobre las tres intensas escenas sexuales entre las dos actrices y, en efecto, hay muy poco que se deja a la imaginación. No soy un especialista en el área, aclaro, pero no recuerdo otra cinta más explícita, en cuanto a sexo lésbico se refiere, en el cine festivalero contemporáneo ni, mucho menos, en el mainstream europeo y/o hollywoodense.
Hay una escena en particular que dura cerca de 10 minutos que se vuelve particularmente fascinante -o incómoda, depende de cada quien-, pues las dos muchachas aparecen fusionadas/fundidas en un solo cuerpo: sudan, pujan, se besan, se nalguean. La cámara de Sofian El Fani se acerca tanto a ellas que parece que podemos sentir la electricidad que corre por sus cuerpos.
El trabajo de las dos actrices es, insisto, impresionante, en especial el de la jovencita Excharchopoulos que, más allá de su atractivo y su belleza, muestra que tiene el suficiente aplomo para sostenerse no sólo en las gráficas escenas sexuales ya descritas, sino en todas las demandas emocionales de su personaje, que se vuelve dolorosamente conmovedor hacia el final. Uno quiere abrazarla porque, independientemente de que sea uno homosexual o heterosexual, ¿a quién no le han roto el corazón?
"La vida de Adèle" está disponible en streaming en el sitio de Filmin Latino (www.filminlatino.mx).
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