Cautiva Lucía Méndez
09 noviembre 2015
"La artista demuestra su calidad al cantar y bailar en "Noches de Cabaret""
MÉXICO (NTX)._ La actriz y cantante Lucía Méndez, a pesar de no recuperarse totalmente de su salud, logró cautivar a sus seguidores que se dieron cita en el Teatro Metropólitan, a donde acudieron varias personas del público caracterizadas como la estrella para disfrutar de su espectáculo Noches de Cabaret.Acompañada de una orquesta de 14 músicos, acomodados en un escenario de tres niveles, Méndez demostró su calidad de artista, al cantar y bailar algunos de los éxitos de su trayectoria musical.
La cantante realizó varios cambios de vestuario a lo largo de casi dos horas de su show para deleitar con su repertorio personal, entre baladas y popurrís de telenovelas en las que ha participado, así como clásicos rancheros.
Tras el espectáculo agradeció a todo la gente que estuvo presente en su estreno.
"Me sentí muy bien de salud, aunque hubo momentos que tenía que cuidar mis movimientos, pero el público no lo notó y se entregó, estoy contenta con lo que pasó".
Subrayó que cuando dedicó el tema Amor eterno a su madre, Martha Ofelia Pérez, y a su hermano, Carlos Antonio, quienes fallecieron el año pasado, sintió la presencia de ellos en el escenario.
"La gente piensa que un artista no tiene tristezas y eso no es cierto, tenemos penas muy fuertes", dijo.
Sobre Noche de Cabaret comentó que ahora, bajo la producción Omar Suárez, quiere realizar una gira por Centro y Sudamérica, además de España, para finalizar en el Auditorio Nacional.
"Sé que el Auditorio Nacional es un recinto de mucho respeto, que se gana con sudor estar ahí", comentó.
Al estilo Las Vegas, rodeada de elegantes bailarines y travestis ataviados con trajes de dos piezas y plumas, abrió la velada con Put the blame on mame, melodía que pertenece a Gilda, película estadounidense de 1946.
Pero no podían faltar Enamorada, Margarita y No hay hombres, de la cual expresó que su media naranja se encontraba entre los tres mil asistentes.
"No porque tenga ganas de estar enamorada, pero lo de mi media naranja le gusta a los hombres, por eso el público se me entrega, porque tengo muy bien sentido del humor", dijo la actriz durante el show.
La estrella de los 80, portando un vestido azul turquesa que dejaba ver su delineada figura, entregó Nos aburriremos juntos y después, uno de sus primeros éxitos, Don corazón.
"Esta canción es de una novela que me permitió irme por el mundo y con la que me comunico con ustedes", dijo al referirse a Corazón de piedra, extraída del melodrama Tú o nadie (1985), que protagonizó con Andrés García.
Siguieron Un alma en pena, de Juan Gabriel, éxito que identificó a la telenovela El extraño retorno de Diana Salazar (1988), además de Castígame, en la cual se sentó en las piernas de uno de sus bailarines y dejó que éste recorriera su cuerpo.
Ya la pagarás la dedicó a "todos los desgraciados" y luego cantó una de las más significativas en su carrera, Un nuevo amanecer, pues su hijo Pedro Antonio se la escribió, pero no estuvo presente porque se encontraba en exámenes finales.
Para finalizar interpretó Amor, amor, Culpable o inocente, Juntos por costumbre y Se acabó, sin faltar un popurrí de Amor de un rato, Cielo rojo, El corrido de Chihuahua, Camino de Guanajuato, Guadalajara y El viajero, para cerrar con Noches de Cabaret.
Sin embargo, ante la insistencia de otra, Lucía Méndez regresó y cantó de nuevo el éxito Enamorada, tema con el que cerró con broche de oro el concierto muy al estilo Las Vegas, acompañada de sus bailarines.
REAPARECE LOLA LA TRAILERA
En el estreno de "Noches de Cabaret" reapareció, entre las invitadas, Rosa Gloria Chagoyán, inolvidable intérprete de "Lola La Trailera".
No la soportan
A un día de estrenarse el show de Lucía Méndez, los bailarines y los músicos estaban hartos de la actitud de la actriz , ya que se la pasa gritándoles en todo momento y nada le gusta.
Incluso se dijo que Lucía llegó a tal grado que paró un ensayo porque las bailarinas ya no aguantan más los modos de la cantante.
TV Notas publicó que la gota que derramó el vaso fue cuando les gritó a las bailarinas: "muévanse como lo que son: unas prostitutas, qué no entienden", las bailarinas no estuvieron de acuerdo en cómo se refiere a ellas y ya no querían ensayar más.