Conquista Bunbury con su 'cantina'
10 noviembre 2015
"El cantante ofrece exitoso concierto en Guadalajara"
GUADALAJARA (NTX)._ Como parte de su gira Licenciado Cantinas México Tour 2012, Enrique Bunbury paró en esta metrópoli para ofrecer dos fechas con un repertorio cantinero con el que conquistó a sus fans.En su primera fecha, el sábado, el cantante español reunió en el Auditorio Telmex a más de 11 mil tapatíos, quienes se desbordaron de emoción al disfrutar más de 20 canciones interpretadas con la pasión que caracteriza al artista.
Apenas se encendieron las luces y apareció en el escenario vestido de traje rojo con brillos y con una calavera en la espalda, desató el griterío del público, la mayoría jóvenes, muchos de ellos vestidos de negro y con el clásico sombrero que caracteriza al artista.
La velada inició con Llévame, El solitario y Señorita hermafrodita, y luego el ex vocalista del inolvidable grupo Héroes del Silencio saludó al público, al que le prometió una gran noche con canciones cantineras, melancólicas y revolucionarias, para los tiempos que se viven.
"Esta noche es mía, Licenciado Cantinas", gritó emocionado Bunbury, mientras que se escuchaba al unísono "¡Enrique, Enrique, Enrique!", de los seguidores que permanecieron durante las poco más de dos horas del concierto parados y coreando los cortes que cantaba el compositor español.
El "Licenciado Cantinas" siguió con El extranjero, Ódiame, Una canción triste, No me llames cariño, Ánimas que no amanezca, Los habitantes, Sácame de aquí, Que tengas suertecita, El día de mi suerte y De todo el mundo, entre otros temas de su trayectoria musical.
El sonido de las guitarras eléctricas, percusiones y acordeón retumbaron por todo el recinto, mientras que la potente voz, estilo y pasión que Bunbury impuso en el escenario llevó al público a vivir grandes emociones.
Quedó claro que con canciones nuevas y de antaño Bunbury atrapa a sus fieles seguidores, quienes no lo olvidan y esperan siempre su regreso para disfrutar temas ya considerados clásicos, como Infinito y Al final, que siempre conmueven corazones solitarios.