Gustavo Rojo, el mexicano que sedujo a Brigitte Bardot
"A sus 88 años, el actor hace teatro; el 31 de mayo estrenará "12 hombres en pugna""
MÉXICO (UNIV)._ Tiene 88 años de edad, pero también la salud física y mental de un hombre mucho más joven. Es Gustavo Rojo, el amable actor que forma parte del elenco de la obra de teatro 12 hombres en pugna, de Reginald Rose, que se estrenará el 31 de mayo en el Foro Cultural Chapultepec de la ciudad de México.
"Ahora sí es mi último trabajo. Estar en Perfume de Gardenia fue muy pesado, sobre todo por las giras, pero ahora me invitaron a 12 hombres en pugna y no me pude negar. Es un gran texto, contamos con un excelente director (José Solé) y el elenco es de primera", dice Gustavo.
Él comparte créditos con Héctor Suárez, Roberto Sosa y Fernando Becerril, entre otros.
"Es un interesante estudio de 12 personalidades, una docena de hombres anglosajones que deben decidir si le dan o no la pena de muerte a un muchacho de barrio que supuestamente ha matado a su padre. Pero también es un retrato de los prejuicios de finales de los años 40 en Estados Unidos", dice Rojo sobre esta obra.
El William Levy de los 60
Alrededor de su carrera artística hay el mito de un romance con Brigitte Bardot.
-¿Lo de su romance con Brigitte Bardot fue verdad o es un mito genial?
"Fue un romance auténtico. Ella me pilló en Madrid. Yo venía de México luego de perder a mi esposa, a la que adoraba. Yo andaba con traje negro, de luto riguroso. Fui a trabajar en La guerra empieza en Cuba (1957) y ella estaba haciendo Los joyeros del claro de luna, de Roger Vadim. Una noche entré a un bar y ahí estaba ella con varias personas de su producción, incluido un amigo mío", relata.
"Él me dijo que Brigitte Bardot me quería conocer; yo me negué al principio porque realmente estaba muy dolido emocionalmente. Mi amigo me pidió que no lo hiciera quedar mal, así que finalmente accedí".
-¿Y qué pasó?
"Hacía tanto calor en Madrid que las dos producciones filmábamos de noche y coincidíamos muy seguido en el patio. Cenamos varias veces juntos. Cuando su producción tuvo que irse a Torremolinos, me pidió que me fuera con ella y me dio un beso
era un torbellino de 23 años. Yo le contesté que eso era imposible, porque estaba trabajando. Le dije que se fuera y que me enviara un mensaje. Al día siguiente mandó el telegrama con una sola palabra: 'Ven'".
-¿Y?
"Sucumbí (ríe). ¿Quién podía resistirse a esa mujer? Durante varias semanas, ella iba a Madrid a mi departamento o yo iba a Torremolinos a buscarla. Después, ella quería que nos fuéramos a Italia, pero yo ya no quise seguir la aventura porque realmente seguía con mi dolor por la muerte de mi esposa".
¿Usted era algo así como un William Levy de esa época?
"Tenía mis seguidoras. Muchos actores de Francia se preguntaban cómo era posible que yo negara esa relación, cuando había muchos que la quisieran tener. Me hablaban de La Stampa y de Paris Match para preguntar dónde íbamos a estar. Yo decía que sólo éramos amigos".
-¿Es verdad que usted nació a bordo de un barco?
"Tan nací ahí que llevo el nombre de la embarcación: Krafeld. Me llamo Gustavo Adolfo Krafeld Sarandí. Mi madre, muy delgada, se subió al barco con un abrigo y nadie notó su embarazo tan avanzado. La atendió un joven médico que jamás había asistido a un parto".
La mamá de Gustavo Rojo fue Mercedes Pinto (1883-1976), destacada feminista y poetisa de las Islas Canarias, autora de la novela Él (1926), que en los años 50 sirvió como argumento para la cinta homónima de Luis Buñuel.
"Un texto de Pinto en favor del divorcio le valió que la invitaran a abandonar la península ibérica en tiempos de Primo de Rivera", señala el actor.
-Debería escribir su autobiografía.
"Ya existe una biografía mía, pero en alemán. Trabajé durante cuatro años en Alemania, donde hice varias películas y obras de teatro".
-¿Alternó con Richard Burton en España, ¿verdad?
"Sí, en Alejandro Magno (1956). Yo hacia el papel de Cleitus, su hermano de sangre. Hay una anécdota muy simpática: el director (Robert Rossen), que también era el guionista, solía hacer cambios de última hora. Un día llegó Burton muy enojado al camerino y dijo: 'En vez de Alejandro Magno, esta película se va a llamar La muerte de Cleitus'. Es que íbamos a filmar una escena en la que yo era el protagonista, cuando acuso a Alejandro de haber traicionado sus ideales. Él primero me tira una lanza, luego me abraza y me besa".
-¿Era realmente muy despampanante Silvana Pampanini?
"Era una mujer muy guapa y, además, encantadora. Filmamos juntos La principessa delle Canarie (1954), donde también trabajó Marcelo Mastroiani, con un crédito abajo del mío (ríe). Lo que pasa es que para Mastroiani era su primera o segunda película", evoca.
"Curiosamente, él y yo nacimos exactamente el mismo día; fuimos buenos amigos, incluso conoció a mi madre y a mi hermano (Rubén)".
EN CORTO
Gustavo Rojo es un actor español e internacional que ha trabajado por lo general en el cine mexicano.
Él y sus hermanos Rubén Rojo y Pituka de Foronda tienen nacionalidad española a la vez que mexicana.
Gustavo es papá de la actriz Ana Patricia Rojo.
Sus últimas telenovelas son "Abismo de pasión", "Triunfo del amor", "Corazón salvaje " y "Mañana es para siempre".