’Maybe Happy Ending’ el musical de origen coreano triunfa en los Premios Tony 2025

Noroeste/Redacción
09 junio 2025

La comedia romántica fue la máxima ganadora de la noche, ganando seis estatuillas incluyendo ‘Mejor Musical’, en los premios que celebran a lo mejor de Broadway

Se celebró la ceremonia número 78 de los premios que celebran a lo mejor de Broadway, en el histórico Radio City Music Hall de Nueva York, los Premios Tony 2025.

Donde la gran ganadora de la noche fue la comedia romántica musical de origen coreano, Maybe Happy Ending, ganando seis galardones, ‘Mejor Musical’, ‘Mejor Actor en un Musical’ para Darren Criss, ’Mejor Dirección en un Musical’ para Michael Arden, ’Mejor Guion en un Musical’, ’Mejor Diseño Escénico en un Musical’ y ‘Mejor Banda Sonora Original’.

El musical transcurre en una Corea del Sur ambientada en el futuro y narra la historia sobre dos robots que parecen humanos, Oliver y Claire, quienes se conocen en Seúl tras haber sido abandonados por sus dueños, donde desarrollan una conexión y exploran temas como las relaciones, el amor y la mortalidad.

La anfitriona de la premiación fue la actriz y cantante Cynthia Erivo, quien interpreta a Elphaba en la cinta nominada al Oscar y basada en un musical de Broadway, Wicked.

Más sobre Maybe Happy Ending

La obra estrenada originalmente en el año 2016 es el resultado de la colaboración entre Hue Park (letra y libreto) y Will Aronson (música), quienes se conocieron mientras estudiaban composición musical en Nueva York. Unidos por una sensibilidad común hacia las historias íntimas y humanas, desarrollaron esta pieza que combina ciencia ficción con una narrativa romántica, minimalista y profundamente emotiva.

La obra tuvo un exitoso estreno en Seúl y rápidamente ganó reconocimiento internacional, incluida una versión en inglés que recibió el Richard Rodgers Award en 2017. Su puesta en escena se caracteriza por una estética limpia y cálida, donde la música íntima refuerza la conexión entre los personajes y el público.

Maybe Happy Ending no solo cuestiona los límites entre lo humano y lo artificial, sino que invita a preguntarse si un “final feliz” es posible, incluso para quienes no estaban destinados a tener uno.