Músico hasta el final
10 noviembre 2015
"Ramón López Alvarado vivió como quiso, amando a la música y entregado a ella durante los 69 años que le tocó existirs"
Ramón López Alvarado vivió como quiso, amando a la música y entregado a ella durante los 69 años que le tocó existir.Hoy, a 15 años de la partida de otro de los magnates de la música de tambora, sus hijos Ulises y Edgardo comparten parte de lo que fue su vida, de cómo nació entre notas musicales y cómo se despidió de este mundo dedicando sus últimas fuerzas para dejar un legado.
"La vida de mi padre me recuerda mucho a la de Mozart, porque en el último momento, estaba grabando dos discos en Los Mochis en un día y se enfermó tanto que lo internaron, salió para terminar su obra, estaba sentado, yo lo veía enfermo, meneaba su cabeza y movía sus manos, entonces le pregunté qué tenía y me dijo 'es que aquí en mi mente está la música para la canción, ahorita la voy a terminar", recordó Edgardo.
Nacido en Siqueros, Sinaloa, el 14 de julio de 1928, don Ramón inició su carrera musical a los 9 años de edad y su talento era tanto, que a los 14 años ya dirigía una banda.
Luego de andar en varias agrupaciones y de trabajar de un lugar a otro, en 1950 Ramón formó otra de las bandas que han puesto en alto el nombre de Sinaloa, La Costeña, la segunda con más trayectoria (62 años).
Un gran maestro
Ramón fue un músico versátil, pues tocaba todos los instrumentos, aunque su fuerte fueron el saxofón y clarinete. En base a esa filosofía, no sólo compartió sus conocimientos con otros músicos, sino que los impulsó a no ser fieles a un sólo instrumento.
"Mi papá me recuerda mucho a Isidoro "Chilolo" Ramírez, una de sus mayores virtudes fue ser un gran maestro, formador de músicos, muchos de ellos le agradecen lo que les enseñó, era estricto, y se exigía demasiado, cuando no podía lograr una canción, se preparaba hasta que lo lograba, él sabía que en la cuestión de la música siempre había que estar preparado", evocó Ulises.
"Fue un hombre visionario, tenía una pasión bárbara por la música, todo lo que tocaba lo transformaba, en una ocasión que acompañó a Joan Sebastian en la canción Me la escondieron sus padres, mi padre empezó el coreo y Joan dejó de bailar con su caballo para escucharlo y luego pidió al público una ovación para él", comentó Edgardo.
De orquesta a banda
Banda La Costeña tiene más de seis décadas de existencia, pero lo que mucha gente no sabe, es que durante 20 años, esta agrupación fue orquesta.
"Mi papá era fanático de los juegos de beisbol, una vez que se fue siguiendo un juego de pelota se quedó a vivir en Mexicali, allá vivió mucho tiempo y tuvo un primer matrimonio, del que nacieron siete hijos", compartió Edgardo.
"Una vez que se vino formó Banda Los Escamillas, hubo una propuesta para que entrara a El Combo de los Hermanos Sánchez, pero no fructificó", señaló.
En 1950 formó La Costeña, pero no era sólo banda, era orquesta.
"Duró 20 años tocando en el Carnaval como orquesta, pero cuando viajaba a Estados Unidos, la gente le decía 'lo traemos por la banda, no por la orquesta'", relató Ulises.
Un amor en cada puerto
Ramón no estuvo excento de la fama que tienen los músicos, la misma de la que gozan los marineros.
El músico se casó por vez primera en Mexicali y tuvo siete hijos, luego tuvo segundas nupcias en Mazatlán y de esa unión nacieron otros siete hijos.
"Nosotros sabemos de esos siete hermanos en Mexicali, pero aparte tuvo otros dos hijos en Los Mochis, la mamá de esos muchachos se estaba preparando para ser monja, dicen que un día mi papá la vio salir de la iglesia y la siguió hasta que platicó con ella y la enamoró, tuvo dos hijos, pero ella no sabía que mi papá era casado, cuando lo supo lo dejó", comentó Edgardo.
Curiosamente, los hijos de Ramón tuvieron una historia digna de telenovela, pues una de sus hijas conoció a un muchacho de Los Mochis, empezó a salir con él y cuando lo presentó a sus papás, resultó que ambos eran hijos de Ramón López Alvarado.
"Por fortuna mi hermana apenas estaba saliendo con él, cuando lo iba a llevar a la casa y mi hermana le dijo que mi papá viajaba mucho porque era músico y le reveló el nombre, el muchacho le dijo 'es mi papá también', luego se presentó en la casa y mi papá se quedó sorprendido, después platicamos con mi papá y le pedimos que nos contara si teníamos más hermanos, para que no se repitieran situaciones como esa, pero él nos aseguró que no tenía más hijos".
Se fue satisfecho
Ramón no quería que sus hijos siguieran sus pasos, por lo que tanto Ulises como Edgardo estudiaban otra carrera.
"Se va a escuchar feo, pero cuando mi papá enfermó, algunos músicos que estaban en La Costeña comentaban 'a ver a qué hora se muere para quedarnos con la banda', fue ahí cuando entramos Ulises y yo, aunque mi papá no quería que fuéramos músicos", indicó Edgardo.
"Fue nuestro maestro, nos enseñó más que nada a amar la música, a ser sencillos, visionarios, cada que íbamos de gira sin él se preocupaba demasiado y nos llamaba para ver cómo nos había recibido la gente, él se fue contento, poco antes de morir nos dijo 'ya me puedo ir tranquilo, porque se que la banda va a continuar'", mencionó Ulises.
"Mi padre se fue feliz, satisfecho, acompañó a los mejores artistas, le tocó vivir el éxito de la canción Una aventura, dio todo, disfrutó, amó la música como nadie, se fue con la seguridad que su legado continuaría'.
Su recuerdo queda en familia
Al cuestionarle a los hijos de Ramón López Alvarado por qué su nombre no ha alcanzado la fama internacional de leyendas como Cruz Lizárraga, señalaron que las misas en su memoria y eventos para recordarlo han preferido hacerlos en forma privada.
"Sabemos que las nuevas generaciones no saben quién fue mi padre, y es porque nosotros sí lo recordamos, pero de manera sencilla, hacemos misas o reuniones, pero en privado".
NOMBRE INMORTAL
El nombre de Ramón López Alvarado se convirtió en inmortal en 1989, luego de que el Ayuntamiento de Mazatlán develara una calle del puerto con el nombre de este gran pilar de la música sinaloense.
SUS ÉXITOS
n Entre los mayores éxitos que logró Ramón López Alvarado con Banda La Costeña destacan los temas "Una aventura", "Una página más" y "El Pato Asado".
n Como músico de orquesta, Ramón López Alvarado llegó a alternar con Venus Rey y Pérez Prado en la Ciudad de México.
MÁS DE RAMÓN LÓPEZ ALVARADO
n Inició su carrera musical a los 9 años de edad. Cinco años después, se convirtió en director de una banda de música sinaloense.
n La banda que fundó en 1950, Banda La Costeña, tiene 62 años de trayectoria
n Acompañó a grandes artistas, entre ellos Antonio y Pepe Aguilar, Joan Sebastian, Angélica María y Chayito Valdez, entre otras.