Nicho Hinojosa regresa a Mazatlán y atestigua petición de matrimonio
"El músico y su guitarra se convierten en una máquina del tiempo para los presentes"
Generaciones de los años 80 y 90 se dieron cita la noche del jueves para recibir la voz y el talento de Nicho Hinojosa, el cantante que se apropia del repertorio de canciones de esas décadas para revivirlas con sus arreglos de guitarra con los que cautiva a su público.
Maracuyá Disco Bar se vistió de nostalgia y el cantante destacó por su informalidad en el vestir y en el trato con el público, una de las actitudes que le aplauden los espectadores que asisten a sus conciertos.
La noche arrancó con “Lo que un día fue no será”, que fue coreada por todos los ahí presentes. Parte de la dinámica de Nicho Hinojosa es que los meseros recojan papelitos con peticiones del público, mensajes a los que contesta inmediatamente; si es una petición de una canción la canta, si son saludos menciona los nombres.
Esa noche Eduardo Pérez decidió pedirle matrimonio a su novia Ana Patricia López, ella no lo sabía. Nicho lo mandó llamar para que pasara al foro y desde ahí se realizó la petición.
El cantante le solicitó a la joven que se pusiera frente al público y ella, con ojos llorosos, tomó el microfono y dijo que aceptaba. El público aplaudió el triunfo del amor.
Los primeros acordes de la canción “Dame una cita” se escucharon, pero el coro de nostálgicos se enfocó en el éxito de la década de los 80 de la venezolana Karina, “A quién”.
El intérprete homenajeó con sendos himnos a los chilangos, a los oriundos de Guanajuato y a los de Monterrey, cantó fragmentos del "Corrido a Monterrey" y "Caminos de Guanajuato".
El éxito de Fato, “Terrenal”, salió de la voz del cantante para seguir con “¿Y cómo es él?”, de Jose Luis Perales, que hizo llorar a toda una generación a principios de los años 80.
Con “Te amo”, de Franco de Vita, volvió el coro de la nostalgia; le siguió “Tú de que vas” del mismo autor.
Los papelitos de peticiones de canciones empezaron a llenar las manos del cantante, en un bloque de tres sin interrupciones complació a su público con “Coincidir”, “El breve espacio en que no estás” y “Ojalá” .
Otros miembros de la concurrencia se fueron aún más atrás, viajaron hasta los años 70, le pidieron un éxito de Joan Manuel Serrat, “Caminante no hay camino”. No podía faltar “Todo a pulmón” con la que la gente le ofreció un aplauso cerrado.
Eduardo Pérez y Ana Patricia López se comprometieron en matrimonio durante el concierto.