Sarah Brightman 'enciende' a Chichén Itzá

UNIV
07 noviembre 2015

"La británica interpretó diversos temas de su repertorio frente al castillo de Kukulcán y ante unas 6 mil personas"

YUNCATÁN._ La luna de octubre que es bella para Yucatán, esta vez se ocultó entre las nubes de un cielo nublado que comenzó a abrir con el inicio del concierto de la soprano Sarah Brightman, frente al castillo de Kukulcán.

Había motivos para rendir tributo a la Luna, pues la cantante tenía preparada su propia versión con Orquesta de la canción del español Nacho Cano, Hijo de luna, la cual fue la primera sorpresa para el público yucateco.


Una luz azulada pintó desde las 21 horas el templo en el corazón de Chichén Itzá, mientras la Orquesta Sinfónica de Yucatán afinaba y aparecía la cantante inglesa sobre el escenario con un vestido rojo.


Desde las ocho de la noche el ánimo del público se notó en todo momento y desde que escucharon la primera canción, Gothica, le ofrecieron un aplauso sincero a Brightman, distinto al forzado que se llevó la gobernadora del estado, Ivonne Ortega Pacheco, de extracción priista, cuando llegó puntual al evento.


Un escenario alto de más de dos metros y medio alojó, del lado izquierdo a los músicos que acompañaron en toda su gira a Sarah, la cual concluyó en el seno de la cultura maya; y del otro lado la sinfónica, dirigida por Juan Carlos Lomónaco


"Estoy contenta de estar en Chichén Itzá para mi esta presentación es una celebración de canciones que he llevado por el mundo", soltó una cantante con un español poco claro.


En compañía de políticos locales, de periodistas como Ricardo Rocha, de actores como Jacqueline Bracamontes y de los productores Carla Estrada y Raúl Araiza, la cantante dejó fluir su voz y en canciones como A beautiful day y What a wonderful world, con la que tuvo su primer cambio de vestuario.


El segundo cambió de vestimenta vino con La luna. Anteriormente había ratificado su supremacía con canciones como Dust in the wind y Who wants to live forever una versión poco atinada del clásico de Queen.


La cantante dio una demostración de entrega durante un concierto de casi tres horas de duración en el que interpretó temas como Harem, Stranger inparadise, Scarboro'fair y He doesn't see me.


Sarah de 49 años regaló a su público la propuesta de dos jóvenes tenores: Erkan Aki y Fernando Lima, con Erkan interpretó Canto della terra y Sarai Qui.


Con el contratenor argentino, Fernando Lima, interpretó una de las canciones esperadas de la noche, Pasión, tema del melodrama homónimo de Televisa y que causó los primeros aplausos sinceros; también cantó Ave María.


Antes de tomar un descanso de 30 minutos como parte del intermedio, la ex esposa del músico Andrew Lloyd Webber, subió al entarimado vestida de novia como una caracterización de la ópera Turandot de Puccini.


Brightman regresó para que el público que, registró una entrada de 4 mil 500 personas sentadas y muchas más que se quedaron sin lugar y observaron de pie, de acuerdo con cifras oficiales citan 6 mil asistentes, estallara en júbilo cuando escucharon los acordes de El fantasma de la ópera, tema del musical que Lloyd Webber compuso para Brightman cuando estaban casados.

Cerró con la esperada de la noche: "es hora de decir: It's Time to say goodbye", anunció la cantante y arrancó.


Al final de esta canción que diera reconocimiento al italiano, Andrea Bocelli, el público comenzó a abandonar sus lugares que oscilaron entre los 500 pesos a los seis mil, sin observar el momento en que Sarah se despidió del director de orquesta, de sus músicos y de rendirle pleitesía al gran Kukulcán.