VÉRTIGO 'Money Monster: el Maestro del Dinero'

Ernesto Diezmartínez Guzmán
15 julio 2016

"La cinta protagonizada por George Clooney es criticada por Diezmartínez"

Kyle Budwell (el camaleónico y ascendente Jack O’Connell, protagonista de ‘71/Demange/2014 e Inquebrantable/Jolie/2014) se cuela a un estudio de televisión, toma de rehén al conductor de un programa de negocios y, pistola en mano y pulgar en una bomba,  le grita a todos los que están viendo la tele que está más loco que una chiva y que ya no aguanta más.

Bueno, a decir verdad esto último no es cierto. Lo que pasa es que la referencia es más que obvia: Money Monster: el maestro del dinero (Money Monster, EU, 2016), cuarto largometraje como directora de la actriz Jodie Foster (Mentes que brillan/1991, Feriados en familia/1995, Mi otro yo/2011), nos remite inevitablemente a la irrepetible obra maestra Network, poder que mata (Lumet, 1976).

Así pues, Budwell toma de rehén al bufonesco Lee Gates (George Clooney, cual versión apenas exagerada de algunos dizques periodistas financieros televisivos), conductor del programa “Money Monster”, y le pide que le explique por qué recomendó una inversión en la que él perdió todos sus ahorros. 

Pronto sabremos que Budwell no es la única víctima: por una “inexplicable falla” –que, por supuesto, resultará ser muy explicable- se han desvanecido 800 millones de dólares en la bolsa de valores. Por lo mismo, Budwell quiere respuestas y las quiere ya. Y, mientras tanto, millones de televidentes en todo el mundo no pueden despegar los ojos de la pantalla de este drama histérico en vivo y a todo color. 

Money Monster presume un trío de buenos actores –a Clooney y O’Connell hay que sumar a una muy justa Julia Roberts como la directora del programa televisivo- y una energética edición de Matt Chesse, que ayuda a sostener la tensión de una historia contenida casi en un solo escenario.

Por desgracia, hacia el final, la película se sale de madre, no tanto por la poco creíble resolución, sino porque el guion –basado en un argumento de Alan DiFiore y Jim Kouf- termina traicionando su propia veta satírica. 

Así pues, lo que había iniciado como el Network: Poder que mata del nuevo siglo, termina como un contradictorio vehículo de lucimiento de la pareja de superestrellas hollywoodenses formada por Clooney y Roberts.

Kyle Budwell no merecía eso. Pero qué remedio. Parafraseando algún clásico de clásicos: “Forget it, Jake: it’s Hollywood”.

Comentarios: en el blog cinevertigo.blogspot.mx, en la cuenta de twitter @Diezmartinez y en el correo electrónico ernesto.diezmartinez@gmail.com.