Algo Maz

Luis Ángel Gómez
18 septiembre 2019

"La opinión de Luis Ángel Gómez en lo que aconteció en la fiesta y el desfile patrio"

algo_maz@hotmail.com

“Nunca había visto a los mazatlecos tan felices. Recorrí, como cualquier ciudadano, toda la verbena y ni en Carnaval había visto gente tan alegre; estaban encantados. Al final del día, de eso se trataba”, dijo el Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres a los medios, al día siguiente del Grito, que por primera vez se dio en el quiosco de la Plazuela República y no desde el balcón principal del Palacio Municipal. Agregó que se gastaron 800 mil pesos en ese evento, en el que comieron alrededor de 5 mil personas, a diferencia que en años anteriores, se gastaban 700 mil en el coctel que se ofrecía en el interior de edificio municipal para 250 personas, entre invitados y familiares de los funcionarios en turno. Ahora nos preguntamos, cuánto se gastaría en la otra cena, la que se ofreció adentro del Palacio, para la cual se repartió una invitación con los colores nacionales y con un código de vestimenta: de coctel para mujeres; guayabera blanca y pantalón oscuro para hombres. Esa petición es una de las “novedades” más recientes de la actual administración en ciertos eventos culturales y artísticos a puerta cerrada que se han hecho, a los que algunos funcionarios, invitados y prensa asisten en “petit” comité (y eso que señalaban a la dirección anterior de Cultura de elitista). Pero la mañana del 16 de septiembre, en el desfile, este código se vio roto, aunque no lo hubiera, pero se sabe que las guayaberas no van con ningún otro accesorio, por lo que resaltó el moño tricolor de mariachi con que el Alcalde “engalanó” la suya, pero se vio opacado por el atuendo de la presidenta del DIF Mazatlán, Gabriela Peña Chico, luciendo un sombrero verde, que en cuanto lo vimos nos recordó a los que se utilizan en la región de Baviera, en Alemania; la blusa negra con estampado, simulando camisa de charro, atuendo que es famoso porque pocos lo saben lucir, imagínelo ahora en versión caricatura; además de un pantalón tipo “brincacharcos” y tenis Converse negros con agujetas blancas. Tal vez pudieran parecer frívolas estas observaciones porque no somos expertos en modas, que no es necesario para darse cuenta de que se trataba de un evento oficial como para ir con ese atuendo, el cual contrastó con los dos vestidos que ella utilizó una noche antes, la del Grito, que fueron más mesurados: un modelo blanco para la cena en el Palacio Municipal y el bicolor, en franjas horizontales naranjas y rosas, con el que se le vio en el quiosco, donde El Químico dio su controvertido Grito, ensalzando a la Cuarta Transformación y a López Obrador, de quien dijo se lo merece, como si fuera un héroe nacional, cuando de eso se encargan el tiempo y la historia, pero él se notaba feliz y tal vez quería hacer feliz a su jefe máximo con esa mención. ¿Y cómo hacer felices a los mazatlecos? Además de regalar jolgorio, que es la única táctica que ha practicado hasta ahora, pues está en todos los eventos y fiestas, a los cuales se les da amplia difusión, cacaraqueando que está cerca del pueblo, aunque este siga teniendo servicios públicos ahora sí que de cuarta, con una alcantarilla abierta desde hace tres semanas en la Calle Lucio Blanco casi esquina con Huatabampito, donde Jumapam puso un aviso desde entonces, que aún permanece y los autos en ambos sentidos tienen que sacarle la vuelta. Un pueblo que tiene un mal servicio de agua potable, problemática que ha sido el “coco” de cada trienio y parece no tener solución tampoco en este, al contrario, se ha agravado, aunque torres y proyectos inmobiliarios se levantan en cuestión de meses y con esa rapidez en su construcción, entonces el agua, tan necesaria para ese ramo al momento de edificar, es eficiente a diferencia de la de uso doméstico. Un pueblo que vive asaltos y delincuencia a la orden del día, pues vemos que hay más abarrotes y establecimientos en los que se atiende al cliente a través de rejas, desde su interior. Un pueblo que ha presenciado escándalos que no se habían visto antes hacia el interior de una administración municipal, pero al que tampoco parece importarle más que a manera de chisme y no por realmente informarse. Un pueblo, precisamente que comenta las irregularidades y vive la falta de seguridad, pero que no se une para salir a exigirla, pero que está listo para presentarse en masa cuando se le da comida, bebida y espectáculo gratis de parte de las autoridades. Esto nos recuerda una caricatura de AMLO que vimos la semana pasada, en la que se le dibujó con túnica blanca y guirnalda de oliva, como si fuera emperador romano, denotando que al pueblo, pan y circo, lo que sus subordinados municipales han emulado y es ahí donde la política de austeridad ya no se aplica. Ese pueblo al cual creemos que la única vez que se uniría para protestar es si algún día se anunciara que no habría Carnaval, capaz de que hasta sacan de la presidencia al Alcalde en turno, pues sería inconcebible prescindir de esos seis días de pachanga, aunque los 359 restantes del año sí se pueda prescindir de servicios públicos óptimos, porque así es la ideología patasalada y la del mexicano en general, convirtiéndose en la apuesta de la mayoría de los gobiernos, pero que en los actuales parece ser la máxima imperante, pues el pueblo bueno, como lo llama AMLO, solo recuerda la fiesta y, por lo tanto, nada más eso le importa, el “gollete”, como popularmente se dice, y si alguien es un experto en la idiosincracia popular del mexicano, que por eso sabe cómo llegarle, es el Presidente de la República.

Muy mexicano será el concierto con el que la Camerata Mazatlán hará un homenaje a la música vernácula para continuar con los festejos patrios de este mes, justamente hoy, en el Teatro Ángela Peralta, a partir de las ocho de la noche. Los boletos van de 100 a 200 pesos.

Y siguiendo con los ritmos de nuestro País, igualmente en el Ángela Peralta y con boletos también de 100 a 200 pesos, el sábado 21 se presentará Nuestra Raíces, con el Ballet Juvenil y el Ballet Folclórico del Instituto de Cultura, que dirige el maestro Javier Arcadia, por lo que el evento ya está garantizado.

Hay garantía en la calidad de las obras que este viernes 20 de septiembre, a las seis de la tarde, en el Centro Cultural Multiversidad, recibirán el Premio Binacional Valladolid a las letras, en su edición 16, que este año se entregará a Diana Garcidueñas, por su novela, Antonia y la shingamadriza, y a Rita Stenner por su cuento, Inés, la pequeña que venció a una bruja. Ambas autoras son jalisciences. Este es un galardón de los más importantes en el ámbito literario a nivel nacional. La entrada es libre.

Y la entrada es de aportación voluntaria a las pláticas de los jueves en Fundación Mapa, donde mañana se impartirá el tema ¿Y por esto terminamos? El psicólogo José Manuel Baltazar será quien lo explique, en sus instalaciones de Venustiano Carranza 80, subiendo la Aduana Vieja. Hay más información al teléfono 669 910 3583, incluyendo la labor que se realiza y cómo se puede colaborar para contrarrestar la depresión, mal del Siglo 21, que ya padecen hasta niños. Aportemos algo para mejorar nuestra comunidad.