Centro histórico de Durango | Un rescate que parecía imposible
"A casi una década, el Centro de Durango ha sufrido una transformación en la que es posible apreciar la riqueza histórica de esta ciudad. (Segunda de tres partes)"
MAZATLÁN._Ya sea como un símbolo de identidad o como atractivo turístico, la transformación del Centro Histórico de la ciudad de Durango ha logrado lo que parecía imposible: revalorizar un espacio sumido en el descuido y al que no le apostaban ni sus propios habitantes.
Todo empezó después de múltiples intentos de colegios de profesionistas, principalmente el de Arquitectos, quienes se propusieron hacer resurgir el valor histórico y arquitectónico de la zona de centenarios edificios.
"Al principio no fue fácil el tratar de socializar el proyecto. El decirle a los propietarios que tenían una propiedad histórica era la peor noticia porque veían puras dificultades y se resistían a realizar los cambios", relata la arquitecta Ayddé Hernández Reyes, subsecretaria de Edificación de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas del Estado.
A casi una década, no sólo la imagen urbana del Centro Histórico se ha transformado, sino también la percepción de los ciudadanos, quienes en vez de problemas perciben una oportunidad. Y en el marco del 450 aniversario de la fundación de la ciudad, el programa tiene más razones para buscar consolidarse.
De la Revolución
a la modernidad
La ciudad de Durango ha sufrido severas transformaciones. Fue devastada durante la Revolución con una importante pérdida del patrimonio histórico. Posteriormente, gobiernos modernistas se dieron a la tarea de demoler edificios antiguos por considerarlos poco funcionales y para entrar a una época de renovación acorde con las ideas del momento.
En el gobierno del General Gabriel Gavira (1916-1917), por ejemplo, se demolieron el Palacio Municipal, que fue construido en 1890, y los edificios del Portal de Santa María, por mencionar algunos de los inmuebles que han desaparecido.
En 2004 se inició con el proyecto de rescate de fachadas alrededor del sitio más emblemático de la capital duranguense: la Plaza de Armas. Con base en una investigación fotográfica e histórica, se realizaron los proyectos para rescatar a su alrededor las fachadas de los cuatro edificios más significativos y se recuperó la traza de 1917, como se aprecia actualmente.
"Aquí se aprovechó para introducir el cableado subterráneo para eliminar una contaminación visual muy grande, así como para rehabilitar las banquetas", explica la arquitecta Hernández Reyes.
El programa de rescate del Centro Historico se desarrolla en varias etapas debido a los elevados costos. Originalmente fue un proyecto a 18 años, para el que se creó un plan maestro que va marcando la guía para cada paso, resalta el Secretario de Obras Públicas, César Rodríguez Salazar.
El funcionario agrega que, debido al vehemente deseo de convertir a Durango en un destino turístico, se han invertido desde 2005 a la fecha cerca de 100 millones de pesos por año en infraestructura para el turismo, de los cuales gran parte se dedica al Centro Histórico.
En torno a la Plaza de Armas, como un núcleo, se fue extendiendo la remodelación de fachadas. A la fecha se cuentan 140 con intervenciones mayores y cerca de 400 con remozamientos y cambios superficiales. Además de la iluminación de 66 templos y edificios históricos.
Y aunque al inicio mostraron oposición, para el rescate de las fachadas se contó con la aportación de los dueños de las fincas, quienes contribuyeron con el 20 por ciento del costo de la obra, financiado a plazos.
La peatonalización del Centro Histórico
La segunda etapa consiste en consolidar las sendas peatonales. Por ello se dio inicio con el corredor comercial Constitución, para el que fue necesario cambiar los giros de la mayoría de los negocios. Ahora es una rúa llena de cafés, bares y restaurantes.
La meta, explicó Hernández Reyes, es que no sea la única vía peatonal sino establecer una ruta por los puntos de mayor interés.
"Las cosas son muy diferentes ahora, hasta los mismos vecinos nos hacen solicitudes para realizar los cambios a sus fachadas porque saben que son profesionales, arquitectos y restauradores, que hacen un trabajo bien hecho y significa una plusvalía para su propiedad", explica la subsecretaria Hernández Reyes.
A la par del rescate del Centro Histórico, está por introducirse un programa de Desarrollo Urbano Integral Sustentable, el cual busca el balance entre los usos de suelo comercial y habitacional para evitar que el área se convierta en un espacio meramente económico y se quede sin vida... sin pobladores.
"No queremos que el Centro se nos convierta en un lugar abandonado donde ya no hay habitantes y sólo se pueden encontrar tiendas. Uno de los problemas que teníamos era la abundancia de lotes baldíos y casas abandonadas, por lo que nos dimos a la tarea de buscar estrategias para motivar a los dueños a no dejar caer sus casas", explica la funcionaria.
Como ha sido un programa muy exitoso, señaló Ayddé Hernández, la perspectiva de los propietarios ha cambiado pues ahora no buscan la manera de obtener provecho de estar en esa zona en lugar de descuidar los inmuebles.
COMPONENTES
DEL PROGRAMA
DE RESCATE
- Rescate de fachadas de edificios históricos
- Sendas peatonales
- Balance entre uso comercial y habitacional
- Iluminación de templos y edificios históricos
- Plan de movilidad urbana
- Rescate de barrios típicos
- Desmotivación
del uso del coche
- Estrategia de socialización y fundamento jurídico