Desde el ICAMI

09 noviembre 2015

"Innovación histórica"

Rafael Hinojosa Rojo

El salto de altura forma parte del programa oficial de los Juegos Olímpicos modernos desde su primera edición, celebrada en Atenas en 1896. Es una prueba de atletismo que tiene por objetivo sobrepasar una barra horizontal, denominada listón, colocada a una altura determinada entre dos soportes verticales separados a unos 4 metros. El atleta inicia su competición en la altura que estime oportuna y dispone de tres intentos para superarla. Una vez superada la altura, el listón se sitúa 3, 4 ó 5 cm más arriba, dependiendo de la normativa de la competición que se dispute, y el competidor dispone de otros tres nuevos intentos para superarlo, pudiendo renunciar a esa altura y solicitar una superior, y así sucesivamente hasta que incurra en tres intentos fallidos de forma consecutiva, que implican su eliminación de esta prueba.
Inicialmente existían dos modalidades de salto de altura: con impulso y sin impulso. En los Juegos Olímpicos de París 1900, San Luis 1904, Londres 1908 y Estocolmo 1912 se hizo en su doble forma. Los primeros saltadores rebasaban el listón con el denominado "estilo de tijera", técnica que consistía en, tras una corta carrera de aproximación, lanzarse al listón con sus piernas abiertas en forma de compás, pasando primero una y después la otra. Con esta técnica se llegó a superar la altura de 1,97 metros.
Una mejora en los saltos se produjo con la introducción del llamado estilo de rodillo costal, desarrollado por el norteamericano George Horine, en el que el atleta rueda lateralmente sobre el listón. Esta técnica permitió a Horine convertirse en el primer hombre en superar la barrera de los 2 metros de altura.
La técnica de "rodillo ventral" fue, sin lugar a dudas, la que le dio las glorias al Ruso Valery Brumel en las olimpiadas de Tokio en1964. Ésta consistía en sobrepasar el listón de frente, cruzando primero una pierna, luego un brazo y girar sobre el eje imaginario que formaría su propio cuerpo sobre la marca. Así fue como logró saltar hasta 2.28 mts. En 1965 sufrió un accidente en motocicleta que lo obligó a retirarse un tiempo de los estadios.
Mientras todo esto se escribía en los libros de récord, había una historia paralela que se escribía. En 1965 Richard Douglas Fosbury se matriculó en la carrera de ingeniería civil en la Universidad de Oregón donde practicaba atletismo, en especial el salto de altura. Se había ganado cierta fama en el circuito universitario de Estados Unidos por practicar una forma de salto distinta a las conocidas. Fuera de allí era un desconocido. Su entrenador le aconsejaba que volviera a las técnicas conocidas y probadas, pero al hacerlo sus marcas retrocedían, regresando a su manera de saltar. Su progreso lo hizo ganar un puesto en el equipo olímpico, pero el mundo seguía sin enterarse de la revolución que se aproximaba.
Es precisamente en el año 1968, en los Juegos Olímpicos de México, cuando irrumpe la mayor modificación técnica de la historia del atletismo con Dick Fosbury.. Su modo de salto, conocida como estilo Fosbury, consistía en acercarse al listón en carrera y saltarlo de espaldas, levantando las dos piernas en el último instante para sobrepasar el obstáculo. En la final, Fosbury comenzó a saltar entre los olés y la mirada divertida de la gente. También de los telespectadores. Por primera vez, los Juegos se transmitían en directo para todo el planeta. Una sensación de incredulidad prevalecía ante el singular ejercicio de Fosbury. Los jueces no estaban seguros de validar los saltos. Los aficionados creían que se trataba de una broma. "Cuando la final se ponga seria, el americano saltará como los demás", decían. No fue así. Después de dos intentos fallidos, logró saltar 2.24 mts, cuatro centímetros menos que el récord mundial pero suficientes para lograr medalla de oro.
Si bien es una biografía no autorizada, y con ayuda de wikipedia, Dick Fosbury creó una nueva forma de salto de altura que los jueces validaron. Hasta la fecha todos los premios en esta modalidad se han hecho bajo la técnica que creó y que por estas fechas, cumple 42 años.
Cuando una creación personal se emplea con éxito en la organización se convierte en innovación, una característica fundamental para competir y continuar en el mercado. ¿Qué necesitamos o qué necesita nuestra gente para llevar a la acción una iniciativa que se convierta en una innovación?.
No es del todo cierto que esta habilidad sean factores que solo pueden tener personas con características especiales. Webb Young dice que "una idea no es otra cosa que una nueva combinación de viejos elementos" pero que raro es que se descubra por casualidad. ¿Cómo podemos crear Fosburys en nuestra empresa?. Lo primero en lo que estamos de acuerdo es no adoptar la actitud de su entrenador… pero tenemos que ser consientes que con la rutina diaria será muy difícil lograrlo. Las personas necesitamos salir del área de confort, facilitar el ambiente de trabajo, sentirse libre para trabajar. Pero por otro lado formación: requerimos llenarnos de nueva información, discutir nuestras ideas, alejarnos en ese momento de la oficina para dedicárnoslo, preguntar qué hacen los demás, buscar nuevos autores, etc.



Hay mucho más por escribir en el tema y solo me resta dejar una pregunta para la reflexión: ¿Soy un espectador o un protagonista de lo que sucede en la organización?.



Coordinador General en ICAMI, Sede Culiacán.

rafael.hinojosa@icami.mx