Minería vs Staking, ¿cómo funcionan y cuál es la mejor estrategia?

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16 marzo 2022

El mundo de las criptomonedas estaría brindando enormes oportunidades de inversión a personas de todo el mundo, existiendo cientos de tokens distintos capaces de otorgar ganancias a través de canales alternativos. Dos de las más importantes en la actualidad serían la minería y lo que se conoce como staking.

Mientras que la minería es más conocida debido a que es la que se utiliza para obtener activos de mayor trayectoria, el staking estaría ganando popularidad en todo el mundo gracias a la forma en la que moderniza el mercado “cripto” sin contaminación ni grandes inversiones. Pero, ¿qué son exactamente y cuál es mejor?

¿Qué es la minería?

La minería es la acción de utilizar procesamiento computacional para la resolución de operaciones complejas dentro de una cadena de bloques.

Se trata de la forma mediante la que se generan tokens dentro de una plataforma, funcionando básicamente como recompensa para los “mineros” que prestan su poder de procesamiento para asegurar el funcionamiento de la cadena.

Las Blockchain que funcionan mediante algoritmos de prueba de trabajo (PoW) son las únicas que requieren de minería, incluyendo ejemplos como el de Bitcoin, Ethereum y Dogecoin. Una vez el minero obtiene tokens como recompensa, puede almacenarlos para reservar su valor, o venderlos a través de plataformas de intercambio para generar ingresos.

También es posible invertir indirectamente en estos activos a través de bots de derivados, como Bitcoin Hack. Si estás interesado en los productos derivados, te recomendamos buscar “Bitcoin Hack opinions” antes de invertir.

¿Qué es el Staking?

El staking se basa en “bloquear” nuestras criptomonedas en una billetera, destinando su uso para la validación de transacciones dentro de la Blockchain en la que opera.

Al bloquear nuestros fondos, estos generan intereses en forma de recompensa por nuestro “servicio”, lo que se traduce en beneficios adicionales (que pueden ser de hasta el 20% de nuestras reservas al año) para el poseedor.

Las Blockchain que funcionan mediante protocolos de prueba de participación (PoS) son las únicas que requieren de staking para generar retornos, teniendo como ejemplos más prominentes a Cardano, Solana y Algorand.

Al igual que con el resto de las criptomonedas, estas también se revalorizan con el tiempo, por lo que, si no se encuentran bloqueadas, podemos venderlas en sitios de intercambio.

¿Qué estrategia se adapta mejor a mi?

Si bien la minería es la estrategia más utilizada para generar criptomonedas, lo cierto es que con el pasar del tiempo estaría perdiendo el favor de la sociedad. Entre los motivos encontramos que minar criptomonedas es una tarea que requiere de grandes cantidades de energía, lo que se traduce en un incremento significativo en la contaminación medioambiental.

Adicionalmente, la minería requiere de un gran poder computacional, usualmente de procesamiento central o gráfico, lo que ha recrudecido la crisis de semiconductores en el mundo, limitando el suministro de equipos tecnológicos como tarjetas gráficas, consolas de videojuegos, entre otras.

Por su parte, aunque el staking es mucho más amigable para los nuevos inversionistas debido a que no necesita de grandes inversiones en equipo y no incrementa el gasto eléctrico, sí es necesario invertir una buena suma en la compra de activos para su bloqueo. Comprar pocas criptomonedas puede significar ganancias prácticamente nulas.

También, el bloqueo de estos activos es generalizado, por lo que una vez que comencemos a hacer staking no tendremos acceso a nuestro dinero. Algunas plataformas ni siquiera permiten elegir el tiempo de staking, siendo recomendable hacerlo solo en caso de invertir con miras al largo plazo.

Ahora que conoces cómo funcionan las dos estrategias principales para generar criptomonedas, es momento de que comiences a invertir con miras al futuro de tus finanzas.