Convierten en Brasil carnaval en protesta

AP
26 febrero 2017

"Los brasileños aprovechan su fiesta más grande para exigir la salida de su Presidente"

RÍO DE JANEIRO (AP)._ La exuberante e insolente celebración del Carnaval le ha dado a la vapuleada izquierda brasileña un escenario para ventilar sus frustraciones, tras un año en el que su movimiento fue desterrado del poder y los logros económicos de una década se diluyeron en medio de una persistente crisis.

Miles de personas han salido desde el viernes a las festividades callejeras del Carnaval y otros eventos en todo Brasil con camisetas, aretes, pancartas y máscaras que exigen la renuncia del Presidente conservador Michel Temer, quien en agosto reemplazó a la destituida Dilma Rousseff, de centro-izquierda.

Algunos visten camisetas poco sutiles con la leyenda “¡Fuera Temer!” Otros son más discretos. Los canticos de burla de “adiós querida”, que se entonaron a la salida de Rousseff, ahora encuentran refugio en camisetas con leyendas “¡Vuelve querida!” Un hombre con una máscara de Temer en una fiesta callejera, se colocó adornos navideños, burlándose del político que en alguna vez describió su papel como “decorativo”.

Esta es nuestra venganza contra el hombre que nos robó nuestro gobierno”, dijo la maestra jubilada Silvia Barros, de 72 años de edad.

Barros, quien es miembro del Partido de los Trabajadores, de Rousseff, preparó pancartas anti Temer en la Plaza Sao Salvador de Río, un tradicional punto de encuentro entre los votantes de izquierda, con la esperanza de que se desplieguen desde las gradas en el desfile del Sambódromo, en el que las escuelas de samba compiten esta semana.

¡Golpistas! ¡Fascistas! ¡No pasarán!” se lee en una de las pancartas.

La gente necesita saber que Temer solo está ahí para anular nuestros derechos y nuestra democracia”, afirmó.

Rodrigo Sócrates, un economista de 25 años de edad, dijo que el Carnaval “es un oasis para la izquierda tras el peor año de la historia”.

Estuvimos a la defensiva durante mucho tiempo. Rousseff no fue una buena Presidenta y fue vergonzoso ir contra ella”, dijo. 

Ahora podemos hacer lo que queramos. La derecha está en silencio”.

La izquierda brasileña había ido en ascenso desde la toma de posesión en 2003 del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien encabezó el boom económico mezclando políticas sociales de izquierda que aumentaron los estándares de vida de millones de personas.

Pero el auge se esfumó bajo su sucesora ungida, Rousseff. Ante el descenso de la calidad de vida, el incremento del desempleo y las galopantes deudas personales, el ambiente político se encrudeció aún más con la revelación de un mar de corrupción en torno a la paraestatal petrolera, que ha ensuciado a políticos de izquierda, centro y derecha.

 

Esta es nuestra venganza contra el hombre que nos robó nuestro gobierno”.

 

 

Silvia Barros