EU ordena nuevo cierre fronterizo para ganado mexicano, por caso de gusano barrenador en Veracruz
Con el objetivo de aplicar una cuarentena más estricta y reforzar los protocolos sanitarios frente a dicha plaga, la medida suspendía la reapertura gradual de puertos fronterizos, explicó Brooke L. Rollins
La titular del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), Brooke L. Rollins, ordenó el cierre inmediato de la frontera con México al comercio de ganado vivo, bisontes y caballos, después de confirmarse un nuevo caso de gusano barrenador del ganado en el estado de Veracruz.
Rollins explicó que la medida suspendía la reapertura gradual de puertos fronterizos que había comenzado el 7 de julio, con el objetivo de aplicar una cuarentena más estricta y reforzar los protocolos sanitarios frente a dicha plaga. Indicó que el comercio de ganado solo se restablecería si se observaban avances sustanciales en la erradicación del insecto en Veracruz y otras entidades del país.
La decisión ocurre dos días después de que se reanudara de forma parcial la exportación de ganado mexicano a través del puerto fronterizo de Douglas, en el estado de Arizona, luego de casi dos meses de suspensión iniciada el 11 de mayo de 2025. Según el Consejo Mexicano de la Carne, dicho cierre causó una pérdida estimada de 700 millones de dólares, debido a la detención de aproximadamente 650 mil cabezas de ganado.
El 30 de junio de 2025, Julio Antonio Berdegué Sacristán, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), sostuvo una reunión virtual con su homóloga estadounidense, en la cual se acordó reabrir la frontera el 7 de julio, como parte de un esquema escalonado basado en la evaluación conjunta del riesgo sanitario.
No obstante, el nuevo caso confirmado en Veracruz modificó dicho calendario. La SADER había informado que, para esa reapertura, se restringiría el traslado de ganado sin constancia de inspección y tratamiento desde zonas afectadas hacia el centro y norte del país.
La Administración estadounidense señaló que, aunque se habían logrado avances en el control del gusano barrenador, como la dispersión de más de 100 millones de moscas estériles por semana desde el mes de mayo y la ausencia de desplazamientos al norte en ocho semanas, el nuevo hallazgo representaba un riesgo. El USDA destacó que, además del puerto de Douglas, tenía previsto reabrir progresivamente los de Columbus (14 de julio), Santa Teresa (21 de julio), Del Río (18 de agosto) y Laredo (15 de septiembre), si las condiciones sanitarias lo permitían.
Rollins insistió en que la reapertura total de los puertos fronterizos dependería de la eficacia del control del movimiento de animales desde el sur de México, la implementación de protocolos de inspección y tratamiento, así como de la vigilancia activa por parte de las autoridades mexicanas.
A partir del 7 de julio de 2025, la SADER implementó un nuevo control a la movilización de ganado, que prohíbe el tránsito sin certificación sanitaria desde regiones afectadas hacia otras zonas del país. La dependencia federal reiteró que seguiría colaborando con el USDA y el Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y Vegetales (APHIS, por sus siglas en inglés) para lograr la reapertura plena del comercio binacional.
El 18 de junio de 2025, Rollins había anunciado la construcción de una planta de dispersión de moscas estériles en el sur del estado de Texas, con un presupuesto de 8.5 millones de dólares, que se sumaría a la infraestructura existente en Panamá. Además, el 27 de mayo del mismo año, confirmó una inversión de 21 millones de dólares para renovar una planta en Metapa, Chiapas, lo que permitiría aumentar la producción de insectos estériles en México.
Durante ese mismo periodo, el Gobierno mexicano confirmó mil 440 casos de miasis por gusano barrenador entre animales, y seis casos en humanos, en los estados de Chiapas y Campeche, de acuerdo con reportes de la Secretaría de Salud Federal.
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha reiterado en diversas ocasiones que el Gobierno de México trabaja de manera coordinada con su contraparte estadounidense y que la reapertura de la frontera es un objetivo compartido por ambas administraciones. No obstante, también ha manifestado desacuerdo con decisiones unilaterales por parte de las autoridades de EU respecto a las exportaciones de ganado mexicano.