Le dan la espalda al Nieto de El Santo

"Axel sufre la traición de su compañero Fishman Jr., en la función 'Mi Abuelo es un Santo' organizada en la Germán Evers"

A pesar de haber sufrido la traición de su compañero Fishman Jr., Axel se llevó la victoria en la velada "Mi Abuelo es un Santo", la noche del viernes en la cancha Germán Evers.
El Nieto de El Santo mejoró totalmente en su progreso luchístico en relación a su anterior visita al puerto hace algunos años.
El heredero de la leyenda de la lucha libre a nivel internacional saltó al enlonado junto con Fishman Jr. para enfrentar en el platillo estelar a Espanto Jr. e Hijo de Canek.
Ambas parejas se brindaron y deleitaron a los asistentes con la tradicional lucha a ras de lona, llaveo y contrallaveo fue lo que se presenció durante casi toda la primera caída.
Axel hizo recordar a su abuelo con precisas tijeras desde la lona al cuello de sus rivales, siempre anteponiendo su estilo refinado en cada evolución.
Pero con la contienda empatada a una caída, en la tercera vino un choque accidental de él hacia Fishman Jr., quien desde ese momento ya no se le vio cómodo y ya daba indicios de su disgusto.
Cuando Axel intentó rendir a Espanto Jr. vino la intervención inoportuna del réferi "La Lencha", enseguida llegó la traición y con ello la descalificación inmediata, decretando la victoria el popular Shaggy a El Nieto de El Santo.

Luce Chico Che
El carismático Chico Che hizo las delicias de chicos y grandes en su presentación ayer en el coso de la Avenida Zaragoza.
Con su característico overol, el pequeño de estatura, pero grande de experiencia, se alzó con el triunfo en las dos últimas caídas al lado de los locales Fly Metal y Súper Pájaro contra Bazooka y los mazatlecos Black Ninja y Wilbert.
La ovación de los aficionados no se hizo esperar y le mostraron su alegría al luchador de la Arena Naucalpan.
En la inicial, los rudos Yaga y Love Warrior superaron a Gárgola y Misterio Blanco.
Aquí, al concluir la lucha, Gárgola se subió a golpear a su pareja Misterio Blanco, como si no hubiera sido suficiente el revés sufrido ante la dupla del mal.