Ambulantes de Mazatlán claman por créditos

Alma Soto
08 abril 2020

"Con la pandemia del coronavirus, muchos se han quedado sin poder trabajar"

Todos los días salen a la calle con la esperanza de vender algo que les permita sostener a sus familias.

Llegan a la Glorieta Sánchez Taboada y de ahí empieza su peregrinar. Algunos días logran sacar 200 pesos, entre las 8:00 y 17:00 horas.

"El Gobierno del Estado prometió créditos para los vendedores afectados por la falta de ventas por el coronavirus, y ya hace días que a través del líder de la asociación metimos las solicitudes y no nos responden nada, ni si nos van a prestar o no, o cuándo lo harán, si tuviéramos ese crédito ya estaríamos resguardados en nuestras casas", señaló Ismael, uno de los vendedores.

Los turistas empezaron a alejarse de Mazatlán desde mediados de marzo, primero por la cancelación del arribo de cruceros a partir del 13 de marzo, que fue compensada por la Semana de la Moto, del 13 al 15 de marzo, que se realizó durante el fin de semana largo del 14 al 17 de marzo.

Desde esa fecha todo fue en picada para los vendedores de playa, que se concentran en la Glorieta Sánchez Taboada y en otras pequeñas salientes en los paseos Claussen y del Centenario.

“Vivimos de lo que pedimos prestado, a los conocidos, a la familia, pero ya todos están como nosotros, nadie tiene dinero, ¿y a quién más le podemos pedir? El Gobierno nos promete de palabra, pero nada en los hechos”, dijo Ismael.

Francisco tiene dos hijos y a su esposa. Todos dependen de lo que él venda.

“Creo que vamos a tener que darle mordidas a los sombreros y la mercancía que compramos para vender en Semana Santa, ahí se nos quedó todo”, lamentó Francisco.

Casimiro explicó que son pocos los vendedores que salen porque, además de que los turistas y las ventas escasean, les resulta caro el traslado.

“Nosotros podemos venir en camión cargando los sombreros y los lentes, pero los que tienen carretitas de comida tienen que pagar auriga y se gastan con eso unos 200 pesos que no sacan, entonces, pues mejor se quedan en sus casas, no porque no necesiten trabajar”, señaló.

Los tres coincidieron en la necesidad de que se liberen los créditos para poder abastecer por lo menos sus despensas, tener mandado para sortear la crisis sanitaria.

“Porque si los créditos van a llegar cuando termine la epidemia, ¿para qué los queremos ya?”, manifestó Ismael.

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