Así fue la primera noche afuera del Kraken, el estadio de Mazatlán FC
"A las puertas del estadio, en los márgenes del fraccionamiento Pradera Dorada, no se reunieron porras ni aficionados atraídos por el nuevo equipo del balonpié profesional mexicano."
La primera noche, el Kraken sólo fue para unos pocos, unos cuantos privilegiados.
El estadio de futbol del equipo Mazatlán FC finalmente fue estrenado este lunes por la noche, aunque sin público, únicamente con la presencia de políticos y empresarios que accedieron por medio de un pase.
A las puertas del estadio, en los márgenes del fraccionamiento Pradera Dorada, no se reunieron porras ni aficionados atraídos por el nuevo equipo del balonpié profesional mexicano.
Lo que sí hubo fueron vendedores ambulantes, un par de ellos, que vendían gorras y cubrebocas de colores negro y púrpura como los del equipo, pero no había muchos a quiénes venderles, que no fueran reporteros y guardias de seguridad.


En su camioneta nueva, el Alcalde Luis Guillermo Benítez Torres fue uno de los primeros políticos que entraron, pasando sin problemas el primer filtro.
Más tarde apareció el Secretario de Educación Pública y Cultura, Juan Alfonso Mejía López, quien descansó por un momento de la programación de estrategias del nuevo ciclo escolar para presenciar el primer partido de la historia del Mazatlán FC.
El funcionario estatal pidió que también su chofer pasara el primer filtro y que éste lo dejara hasta la puerta del estadio, evitándose la fatiga y la llovizna que arreciaba en ese momento.
A quien no le permitían el ingreso fue al empresario Leovy Carranza, líder del Grupo PINSA, quien no soltaba el teléfono y su pase personal en la búsqueda de solucionar la dificultad, y después de unos quice minutos, finalmente le abrieron el primer filtro.
Entraron y salieron camionetas polarizadas y luego llegó el Gobernador Quirino Ordaz Coppel, quien entró sin dificultades.
Los vehículos se terminaron poco antes de las 21:00 horas, cuando inició el primer partido en Mazatlán de su equipo de futbol profesional. Y así, sin público, con la intermitencia del agua, con un estadio semivacío, se dio el primer silbatazo en el Kraken.