Desilusiona a turistas La Cueva del Diablo
"Los recibe con fétidos olores; además de que es usada para depositar desechos, sin que nadie se preocupe por limpiar, señalan"
Lugar obligado a visitar
Desilusiona a turistas La Cueva del Diablo
Los recibe con fétidos olores; además de que es usada para depositar desechos, sin que nadie se preocupe por limpiar, señalan
Verenice Peraza
MAZATLÁN._ En un atractivo contaminado se encuentra convertida La Cueva del Diablo, ubicada en Olas Altas.
A pesar de ser una visita obligada, este sitio no recibe la limpieza adecuada, además de que es utilizado para depositar desechos.
A esta situación se le suman los fétidos olores que reciben a los turistas que visitan La Cueva del Diablo.
Botellas de refrescos y cerveza son arrojados al interior de este emblemático atractivo de la ciudad.
Una turista de Monclova, Coahuila, dijo que se prometió visitar La Cueva del Diablo cuando viniera a Mazatlán, pero se llevó una gran desilusión.
“Mi abuelo era de Mazatlán aunque siempre vivió en Coahuila, así que nos contaba historias de este lugar que me hacía soñar, pero llego y no soporto el olor a orines”, expresó Italia Peralta.
Arturo Mendoza, originario de Durango, destacó que en todos los promocionales de Mazatlán se muestra a La Cueva del Diablo como los puntos a visitar.
“Por eso dijimos que hoy (ayer) vendríamos a conocerla y que apesta regacho”, comentó.
Y ahí, en plena puerta de la cueva, en esa donde dos caras diabólicas los reciben, los turistas se toman fotos para dar testimonio de que estuvieron en “La Casa del Diablo”.
Pese al olor a orines, no falta los que quieren entrar para toparse con el diablo, pero los recibe un pequeño candado.
Las leyendas sobre este lugar hablan de que toda persona que entra en ella no sale.
Otras más cuentan que en su interior habita el Diablo y, una vez dentro, él se adueña del alma del intruso.
La realidad es que es un atractivo más del puerto, y por seguridad de visitantes y locales permanece cerrada, lo que la ha convertido en un depósito de desechos.