El Ángela Peralta, el panteón que resume la historia de Mazatlán

Ana Miriam Valdez
26 septiembre 2021

Actualmente es el más saturado de la ciudad, pues está en funciones desde 1869, pero es el que aloja los restos de personajes que le han dado historia al puerto

MAZATLÁN._ No fue el primer panteón de Mazatlán, pero el cementerio Ángela Peralta, o panteón número 2, en la actualidad sí es el más antiguo del puerto.

Su historia es un expediente que se complementa con muchas historias que han trascendido generaciones. Es pasado vivo, presente histórico y futuro que preserva la memoria.

El terreno ocupó desde lo que ahora es la Secundaria Miguel Hidalgo, la estación de Bomberos de Mazatlán, hasta los límites de la Escuela Náutica, donde actualmente se encuentra el hotel Kiko.

Desde la entrada del cementerio hay historia.

En él hay un sendero de cenotafios de personajes ilustres.

El panteón inició funciones en 1869, porque el anterior camposanto no se daba abasto para recibir más difuntos, explicó el cronista Enrique Vega Ayala.

“El panteón anterior ya estaba saturado, producto de las defunciones que habían provocado las epidemias anteriores, particularmente el cólera... (este) tiene el número 2 porque hubo otro antes que ese, que sería el número 1, el cual se ubicaba en donde está la primaria y la plazuela Ángel Flores, por atrás de la Cervecería Pacífico”, comenta el historiador.

“El panteón llegaba hasta donde está la Escuela Náutica, o sea, el hotel, la escuela, hasta la calle de atrás eran parte de ese panteón, solo que todo ese terreno correspondía a las fosas comunes y a finales de los 50, la administración municipal de entonces decidió que había que reducir el panteón, eliminando toda el área de fosas comunes y entonces se fraccionaron los terrenos para venderse, se subastaron”.

Enrique Mora, compositor del vals “Alejandra”; Germán Evers, socio fundador de la Cervecería del Pacífico e impulsor de numerosas obras en la ciudad; la profesora Agustina Monterde Lafarga, precursora de la educación en Sinaloa; Hilario Rodríguez Malpica, Capitán del Navío cañonero “Tampico”, de las tropas del General Ramón F. Iturbe; e Issac J. Coppel, renovador de la industria pesquera, son algunos nombres plasmados en los cenotafios que se observan al ingresar del cementerio.

En su momento también estuvo sepultada la cantante de ópera mexicana Ángela Peralta, quien murió en Mazatlán a finales del Siglo 19 de la epidemia de fiebre amarilla que azotó al puerto, pero que por iniciativa del periodista Rafael Martínez, sus restos fueron exhumados y trasladados a la capital del País.

“Ángela Peralta estuvo enterrada aquí de 1883 a 1937, de ahí sacaron los restos para llevárselos a la Ciudad de México, y está ahora en la Rotonda de las Personas Ilustres. Pero la tumba ahí sigue, como un memorial”, informa Vega Ayala.

También está sepultado el ex Gobernador General Domingo Rubí, integrantes de la familia Toledo Corro, miembros de la comunidad china que vivieron en el puerto, así como uno de los fundadores del Circo Atayde Hermanos, don Manuel Atayde, que posiblemente sea una de las tumbas más viejas, pues en el epitafio se lee que su muerte se registró en 1888, el año de fundación del circo.

Hoy en día son escasas las visitas que este panteón recibe, al igual que pocas inhumaciones.

“Todavía hay (tumbas) de fechas recientes, aunque ya no hay disponibles para inhumaciones recientes, pero tengo entendido que si hay algunos propietarios que tengan tumbas a perpetuidad y fosas sin utilizar, se pueden hacer servicios de inhumación, pero es muy raro”, señala el cronista.