En 1914, durante la Revolución Mexicana, Mazatlán fue la primera ciudad de América en ser bombardeada desde el aire

Netzahualcoyotl Ceballos
24 septiembre 2021

Aunque no muchos la conocen, en Mazatlán todavía sobrevive la historia de la primera y única vez que aquí cayó una bomba explosiva desde un avión

Era 1914, y mientras del otro lado del planeta se escribían los primeros renglones de la Primera Guerra Mundial, en el País la pólvora se usaba para la Revolución Mexicana, y Mazatlán estaba sitiado por el Ejército de Álvaro Obregón, más tarde Presidente de la República.

En aquellos tiempos, en el Cerro de la Nevería había “una especie de fortificación militar”, según confirmó el cronista de la ciudad, Enrique Vega Ayala, y era el objetivo de un bombardeo desde un biplano, una de esas antiguas aeronaves que en nuestros días cruzan poco por el firmamento.

“Hay dudas sobre quién venía en el avión, venía de Topolobampo, donde se dio una batalla”, explica Vega Ayala.

Cuando sobrevoló Mazatlán la gente pensó que les repartían propaganda, era la usanza, arrojar anuncios desde el cielo, publicidad, era como se hacían llegar los anuncios en tiempos de guerra, y en la ciudad esta misma aeronave lo había hecho.

“Mucha gente pensó que era propaganda y salieron a recibirla”, comenta Idania, quien muchos años más tarde se emparentaría con Concepción Catalina Salas Machado, hermana de una de las protagonistas de la historia.

Pero algo salió mal: esta vez el biplano no buscaba dejar propaganda revolucionaria, si no lastimar.

La nave se llamaba Sonora y más tarde se le denominó “El Pájaro Azul”. Adentro, en vez de publicidad cargaba con un par de bombas fabricadas en Navolato, según cuenta la historia, especialmente para este ataque al fuerte Reynaldo Díaz, en el Cerro de la Nevería.

“(Los explosivos) Eran rudimentarios.... en su manufactura se empleó dinamita, carbón, recortes de acero y fulminantes, forrando estos materiales con una bien estirada piel de cerdo húmeda, la cual al secarse dio la consistencia necesaria para que la explosión fuera más violenta”, dice un documento enviado por Vega Ayala a Periódico Noroeste, atribuido al primer cronista de la ciudad, Luis Zúñiga.

Durante una rápida sacudida sufrida cuando el biplano pasaba por encima de la ciudad, sin embargo, a su copiloto, el responsable de activar el lanzabombas, se le soltó una de ellas... y la tragedia llegó desde el cielo.

La bomba impactó en la esquina de las calles Carnaval y Canizález.

“Aconteció lo que se denomina el primer bombazo (desde un avión) que cae en América, en una ciudad americana, fue el 6 de mayo de 1914, en la mañana, y fue producto de la situación que se estaba viviendo en el País”, señala el doctor en ciencias sociales Rigoberto Arturo Román Alarcón, en un video publicado en 2009 por History Channel.

Hubo muertos y heridos, aunque la cifra no sobrevivió con tanta claridad, pues algunas fuentes señalan que fueron cuatro los fallecidos, mientras que otras, aseguran que fueron hasta siete. También hubo propiedades dañadas.

Entre los muertos se contó a una niña de brazos, hermana de Concepción Catalina Salas Machado, y su niñera.

“Yo sé de eso cuando pasó porque pasó en mi casa”, dice doña Conchita, hoy de 93 años de edad, en entevista para Periódico Noroeste, “y el bombazo no lo tiraron en el lugar que estaba programado, fue un accidente”.

Como en ese entonces ella no había nacido, a su hermana, que también se llamaba Concepción, la conoció sólo en fotografías que aún conserva. Cuando ella nació, sus padres decidieron ponerle el nombre de su hermana como un homenaje. Creció escuchando la historia.

¿Y qué pasó con quienes viajaban en el biplano? El Pájaro Azul terminó estrellándose en el suelo, quedó inutilizado, y según la historia el piloto y el copiloto sobrevivieron. Al parecer la segunda bomba sí cumplió su objetivo, hirió a una soldadera y acabó con la vida de un sargento segundo.

Actualmente el lugar que fue bombardeado tiene una placa: sitio de bombardeo aéreo, 6 de mayo de 1914.