En Mazatlán trabajadores de hotel salvan a un halcón peregrino

Noroeste/Redacción
29 junio 2022

Cae halcón peregrino de un edificio de diez pisos y los trabajadores llaman a un biólogo y lo salvan

Con la ayuda de un biólogo, los trabajadores de un hotel ubicado en la zona de Cerritos, en Mazatlán, salvaron la vida de la cría de un halcón peregrino.

Todo comenzó cuando los trabajadores encontraron a la cría de halcón peregrino, completamente “noqueada” al pie del edificio de 10 pisos de altura y entendieron que había caído del techo, donde su familia tiene su nido desde hace tiempo.

Los trabajadores contactaron a un biólogo, quien se presentó en el lugar y recogió al ave, la revisó y la atendió durante varias horas.

“Es una cría en edad de comenzar a volar y seguramente cayó del techo cuando intentaba realizar sus primeros vuelos”, explicó el biólogo.

El halcón peregrino es una especie que alguna vez estuvo en peligro de extinción, debido al fuerte uso de pesticidas como el DDT, pero después de su prohibición hoy la especie se ha recuperado a tal grado que está catalogada como en “precaución menor”.

El ave que eligió Mazatlán como su hogar tiene presencia en los cinco continentes, aunque en algunos sitios solo se le puede observar como un habitante ocasional y migratorio.

Esta especie es conocida por su extraordinaria velocidad, ya que se ha comprobado que supera los 300 kilómetros por hora cuando vuela en picada, o cuando se encuentra cazando, lo que lo convierte en el animal más veloz del mundo, explicó el biólogo.

Como parte de la atención que le dio el biólogo al halcón, lo alimentó con pescuezos de pollo y una vez rehabilitado lo regresó a su nido.

Los trabajadores del hotel aseguraron que durante el tiempo que la cría estuvo bajo los cuidados del biólogo, los padres de la cría sobrevolaron el hotel en múltiples ocasiones, provocando una gran algarabía con sus gañidos en busca del halcón caído.

Una vez recuperado, el biólogo subió a la cría en una caja hasta el techo del edificio donde depositó el halcón sin tocarlo, para evitar que el ave se familiarizara con él.

Al llegar al nido, el biólogo encontró los restos de las palomas y otras aves con las que se alimentan los halcones peregrinos, pero tuvo la suerte de que no se encontraran los padres de la cría.

Ya en su nido, la cría del halcón comenzó a gañir, provocando que la silueta de su padre apareciera en las alturas y se acercara rápidamente.

Mientras la cría y su padre se saludaban ruidosamente, los trabajadores del hotel y el biólogo observaban desde el suelo a los visitantes que eligieron al puerto para dejar de peregrinar por el mundo.