Entre protestas y elogios presenta Jesús Madueña en Mazatlán propuesta de reingeniería financiera en la UAS
El Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa presenta ante docentes y personal jubilado los cambios financieros que se necesitan implementar en la institución
Entre gritos, aplausos, pancartas de apoyo y lonas en contra, el Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Jesús Madueña Molina, presentó ante docentes y jubilados en Mazatlán su propuesta de reingeniería financiera, con la cual se busca ahorrar hasta 600 millones de pesos anuales y crear un fideicomiso para pensiones.
El evento, que se esperaba fuera informativo y terminó convertido en un escenario de tensiones y contrastes, tuvo lugar en el Teatro Universitario de la UAS, donde Madueña Molina recibió tanto el respaldo de algunos trabajadores, así como exigencias de cuentas claras y críticas por parte de otro sector universitario.
En su discurso, el Rector expresó que la reingeniería contempla tres ejes principales, como lo es la creación de un fideicomiso para pensiones, ahorro presupuestal y una reforma académica-administrativa, debido problemas que se han venido arrastrando por la institución desde hace tiempo.
“Estamos presentando una propuesta de reingeniería financiera que va de temas que venimos arrastrando durante muchos años y que nos llegó en un momento en el cual ya no se puede retardar más este tipo de cambios que queremos hacer. Habíamos cerrado el mes de diciembre con muchos problemas”, comentó.
Madueña Molina señaló que esta reingeniería surgió después de un estudio realizado por la Secretaría de Educación Pública, donde se detectó la falta de un fondo de pensiones bajo sistema de jubilación dinámica que existe desde 2008, lo que ha llevado a la UAS a una serie de problemas financieros.
En ese sentido, advirtió que la situación financiera de la universidad es insostenible, pues en el 2024 la nómina de jubilados cerró en 2 mil 400 millones de pesos y en el 2025 incrementará a casi 2 mil 600 millones, cifra que representa la tercera parte del presupuesto universitario.
Asimismo, destacó que la SEP ha condicionado el reconocimiento de cerca de 900 millones de pesos en horas de asignatura en respuesta a que la universidad muestre un plan de corresponsabilidad financiera.
De esta forma, el Rector compartió que dicha reingeniería propone una retención a jubilados desde el 5 hasta el 20 por ciento, el cual dependería del nivel de ingreso, con la finalidad de crear un fideicomiso que también aportará la base trabajadora activa para un fondo de pensiones.
“Vamos a hacer una reingeniería integral, buscar una reforma académico-administrativa que venga a disminuir la burocracia. Vamos a revisar escuela por escuela y donde no se ocupe, va a haber recorte de personal, vamos con todo, pero tenemos que actuar por el bien de la institución”, dijo.
Ante este anuncio, las diferencias no se hicieron esperar, pues como hubo grupos que apoyaban esta propuesta, otro más increpó con exigencia de cuentas claras y críticas este planteamiento de retención de ingresos de jubilados.
Madueña Molina señaló que si no se implementa un esquema como el ya planteado, la universidad podría perder la prestación de jubilación para todos los trabajadores debido a la falta de recursos.
Asimismo, recordó que desde el 2016 a la fecha, han ingresado alrededor de 4 mil 200 empleados sin derecho a jubilación, lo que refleja una urgencia por establecer este nuevo modelo.
“Para poder exigir, tenemos que presentar que somos corresponsables y no solo estiremos la mano. No solo va para jubilados, sino también para activos. Tenemos que conformar un fideicomiso y solventar las jubilaciones a futuro”, declaró.
El Rector informó que la propuesta será presentada ante el Consejo Universitario el próximo lunes, con la finalidad de convocar una consulta a nivel estatal el 10 de noviembre, para que sea la comunidad universitaria quien decida si se aprueba o se rechaza la ingeniería mediante votación.
Durante más de una hora de presentación, se escucharon gritos de desaprobación mezclados con aplausos de respaldo, llegando a haber momentos en donde los ánimos subieron de tono con intercambio de palabras entre los asistentes, lo que llevó al rector a pedir respeto en repetidas ocasiones.
De esta forma, más allá de los detalles técnicos, lo que marcó la jornada fue el ambiente polarizado en el Teatro Universitario entre el respaldo a las palabras de Madueña Molina y acusaciones de falta de transparencia en el manejo financiero de la UAS.
Las pancartas y lonas tanto a favor como en contra, llenaron el recinto, reflejando la división interna que enfrenta la universidad en torno a esta propuesta, por lo que al final, la presentación no logró disipar las dudas, pero dejó clara la magnitud de la división en una comunidad universitaria entre la esperanza de salvar las finanzas y el temor de perder derechos adquirido.