Indigna en el Fraccionamiento del Bosque, en Mazatlán, envenenamiento de mascotas
Vecinos se organizan para recopilar firmas y dar con quien sea responsable de esas agresiones a los animales
Una preocupante situación es la que denuncian vecinos del Fraccionamiento del Bosque en Mazatlán, en donde desde hace algunos meses se han presentado casos de envenenamiento intencional de perros y gatos.
De acuerdo con testimonios de vecinos de este fraccionamiento, esta práctica ha cobrado la vida de numerosas mascotas, dejando consternación, impotencia y temor entre los residentes.
Según relatan algunos de los afectados, los casos no son aislados, pues se han llegado a encontrar hasta 10 gatos muertos en un solo día, además de perros que han sufrido síntomas graves de envenenamiento, donde a pesar de los intentos por salvar a algunos, no todos corren con la misma suerte.
“Esto no es de ahora, ya tiene rato que tenemos vecinos que no les gustan las mascotas. A mi gata ya la han envenenado dos veces y gracias a Dios la hemos salvado, pero otro gatito que tuvimos no”, expresó una vecina.
“A un perro también le echaron veneno y apenas logramos salvarlo, pero otros animalitos no han tenido la misma fortuna”, añadió.
Los vecinos tienen la sospecha de que es una persona del mismo fraccionamiento quien estaría detrás de estos actos, el cual ha lanzado alimento contaminado a cocheras e incluso a través de ventanas.
“A una señora le aventaron comida envenenada por la ventana y mataron a sus dos perros”, comentó la misma vecina.
Algunos de los vecinos compartieron algunas de sus experiencias, donde relatan cómo han encontrado platos escondidos en algunas plantas o dentro de las mismas cocheras con alimento envenenado.
“El día de hoy mi gatita tan querida ha sido envenenada. Espero que los responsables paguen por lo que han hecho. Estoy harta de que no caigan los culpables. Ya sabemos que es delito matar animales y lo siguen haciendo. ¿Qué van a hacer el día que un niño sea quien resulte afectado?”, escribió otra vecina, visiblemente molesta.
El nivel de frustración que se ha generado entre los vecinos sigue creciendo con cada nuevo caso, sobre todo ante una limitada respuesta por parte de las autoridades al no poder proceder sin pruebas contundentes.
“Vino Ecología, estuvo platicando con personas que tenemos mascotas y se quedó en que no se puede hacer nada si no se tienen pruebas”.
“Así es como dijo Ecología, tomen fotos y evidencia y con eso se levanta el acta y ellos se encargan de lo demás. Sin evidencia no procede nada”, compartió otro vecino.
Pese a que este tipo de acciones son moralmente condenables y constituyen un delito penal bajo la Ley de Protección a los Animales para el Estado de Sinaloa, se siguen presentando con frecuencia en dicho fraccionamiento.
Esto ha obligado a que los mismos residentes se organicen y creen grupos vecinales de vigilancia, colocando cámaras de seguridad en diferentes zonas, sin embargo, mencionan que el responsable actúa en puntos ciegos y toma medidas para no ser identificado.
“Esto tiene que parar no es tradición que por temporadas les dé por matar animales corren riesgo hasta los niños de una forma u otra. No tienen derecho a matarlos”, destacó otro afectado.
De momento, la comunidad continúa reforzando su vigilancia para poder recopilar evidencias y esperar que las autoridades procedan antes de que la situación siga escalando.
Los vecinos del Fraccionamiento del Bosque, prefirieron mantenerse bajo anonimato debido a temer a que sus mascotas puedan ser víctimas de una posible represalia.
TESTIMONIO
“A mí me envenenaron a Kukis, mi gatita hace años y me dio tiempo de llegar con el veterinario. Le puso inyecciones y logró salvármela. 8 días estuve inyectándola y aquí la tengo gracias a Dios. Aquí poca gente tiene valores y meterse con la vida de los animalitos es no tener valores, no sé quién será más animal si los animalitos o los que ponen el veneno”.
“Yo recuerdo bien que en 2016 en noviembre mi hermano llegó corriendo asustado porque habían puesto un cartel avisando que iban a envenenar perros y gatos que estén en la calle y cocheras, fue la primera vez que yo recuerdo de algo así”.