Llevan motociclistas víveres al Albergue Una Gota en el Océano, en Mazatlán

Agrupaciones de motociclistas desfilaron por las calles de Mazatlán para llevar alimentos así como artículos de higiene personal para adultos mayores que se encuentran en situación de vulnerabilidad

Motociclistas de diversos motoclubs de Mazatlán repartieron víveres en el Albergue ‘Una Gota en el Océano’ por treceava vez consecutiva.

Los mazatlecos montados en sus caballos de acero transitaron por Mazatlán para llevar alimentos, artículos de limpieza y otros insumos a este centro que se ubica en la Colonia Rincón de Urías, y que atiende a ancianos en situación de calle.

José Gabriel Montalvo Gárate, de la Asociación de Motociclistas Cristianos, sostuvo que este es un esfuerzo de varias personas, y se hace año con año con la intención de ayudar a quienes más lo necesitan.

“En conjunto con el Motoclub Dragones, y el presidente Irving Molina Ornelas, y los demás motoclubs que están viniendo a apoyar; Olas Altas, Delfines y otros más... tenemos 13 años haciendo esto, lo que hacemos es juntar víveres, alimentos no perecederos, medicinas no caducas, ropa usada, pañales desechables, productos de limpieza personal y los llevamos a este lugar”, indicó.

“En la Gota en el Océano hay mucha necesidad, es un albergue de personas que están en situación de calle, que no tienen recursos y muchos de ellos tienen padecimientos o enfermedades terminales y en este lugar son asistidos”, agregó.

El motociclista reconoció que por el motivo de la pandemia han donado menos artículos que en otras ocasiones, sin embargo para las personas del albergue, esta ayuda les sirve bastante.

“Van pañales, medicinas no caducas, les dimos galletas, leche, rastrillos, jabón para la ropa, jabón para bañarse, pasta de dientes, cepillo, pues como si fuera la alacena de una casa... hacer este evento año con año es una manera de contribuir para que la sociedad sea mejor”, mencionó.

En tanto, Héctor Miguel Torres Guzmán, encargado del albergue Una Gota en el Océano, agradeció el apoyo de los motociclistas, sobre todo porque alimentos como los frijoles, ya se habían terminado.

“Es una gran ayuda para nosotros porque ya estábamos batallando con el frijol, y ahorita ver esta donación me dio mucho gusto, Dios sabe las necesidades del albergue, y mira, bendito Dios están aquí ellos, que año con año siempre han venido y se les agradece de todo corazón”, subrayó.