Mi compromiso es estar al pie del cañón: Mirna Ramírez, madre de familia
"Llama Johan Alfredo a sus compañeros a esforzarse al máximo en las clases a distancia"
La sala de su casa se convirtió en un aula de clases. Tres alumnos de primero, cuarto y sexto grados, respectivamente, una mamá atenta a que vean la explicación que darán a través de CNCanal Infantil.
Es la nueva forma de tomar clases, en un esfuerzo de la Secretaría de Educación Pública de que los alumnos no pierdan el ciclo escolar 2019-2020 por la Emergencia Sanitaria por SARS-CoV-2, que provoca una epidemia de coronavirus en el mundo y de la cual México no se salvó.
En el cuarto de Frida Liliana está el único televisor de la casa. A las 9:00 pasan la clase de cuarto grado, al que ella asiste.
Están hablando de las habilidades motrices, de locomoción, manipulación y estabilidad. En un video explican cada una de ellas y al final vienen las preguntas para que Frida Liliana y todos los demás niños de tercero y cuarto grado las respondan.
Mientras ella ve la clase, Jeshua, de primer grado, toma el dictado. Su clase a distancia fue de 8:00 a 9:00 horas y ya está con los ejercicios que su maestra le envió a través del Whats App. Y, sentado a su lado, Johan Alfredo, de sexto grado, responde un ejercicio de fracciones. Las matemáticas son las más difíciles para estudiar a distancia. No está su profesor para responder al instante sus dudas.
Mirna, la mamá de los tres niños, señala que la situación es difícil, sobre todo porque solo tienen un teléfono celular, no tienen computadora ni tablet para ayudarse, ahí recibe toda la información y a su vez debe pasársela a cada niño para que hagan sus ejercicios.
“Pero mi compromiso es estar al pie de cañón para sacarlos delante de este bache, para que ellos puedan avanzar en su ciclo escolar, no soy mamá a la que le guste que los niños tengan celular o tablet, por eso no dejo que los tengan, además de que económicamente tener un celular para cada uno se me hace difícil”, declara.
Por tanto, el tiempo se convierte en su enemigo. Aunque reconoce que los maestros han sido comprensivos y los esperan un poco más para recibir los trabajos.
Con tres alumnos y un solo dispositivo móvil, el día de Mirna se va en pasarles las actividades, tomar fotografías como evidencia de que están viendo las lecciones transmitidas por televisión, preguntar a los maestros las dudas que pudieron tener los niños, y enviar las imágenes de los trabajos terminados.
Y en el inter, limpia la casa, hace comida, y hace las llamadas para vender, porque su trabajo también lo hace a través del celular.
“A veces me despego poquito de las tareas para hacer mi trabajo, y cuando menos pienso ya tengo hasta 200 mensajes en los grupos de primero y cuarto grado, los de sexto grado son menos participativos, ¡se me satura el celular!”, expresa.
Con todo y las dificultades, Mirna dice que en los últimos días ha estado más tranquila, y trata de infundirle esa misma tranquilidad a sus hijos, quienes son deportistas becados por el Club América y por tanto acostumbrados a mucha actividad física.
“Trato de ser positiva, a pesar de cómo están las cosas y quiero contagiarles eso a ellos, que sea menos estresante, parece mentira, pero te cambia la vida de un momento a otro, y creo que ellos también lo han resentido bastante, estoy tratando de tener una actitud más relajada y que vean que es una meta que vamos a salir de esto y va a estar todo normal, que van a sacar adelante su año escolar”, manifiesta.

‘Ya quiero regresar a la escuela’
Con 11 años de edad, Johan Alfredo Velarde Ramírez cursa el sexto grado en la Primaria José Antonio Sarabia López, en Prados del Sol. Su maestro es Víctor Manuel Sánchez, extraña a sus amigos y compañeros. Le entristece pensar que quizá no podrá verlos de nuevo porque ya está próximo a ir la secundaria.
“Me gustaría ir a mi escuela, extraño a mis amigos, de pensar que ya no nos vamos a ver, me dan ganas de llorar”, dice.
Sentado muy formalmente, bien peinado y vestido, resuelve los ejercicios de fracciones que le mandó su profesor.
Confía en que terminará bien el curso, porque mientras asistió a la escuela sus calificaciones fueron buenas, y una parte de lo que están viendo en las clases es repaso para reforzar los conocimientos, y otra es nueva.
“La ventaja de estar tomando clases en mi casa es que cuando quiero ir al baño no le tengo que pedir permiso a mi mamá, en mi salón, algunas veces el profe no me deja porque fueron algunos antes de mí que se quedan jugando y yo me tengo que aguatar; otra ventaja es que me concentro más, en el salón hay mucho ruido”, comenta.
Johan Alfredo empieza desde las 8:00 con sus clases, aunque la transmisión para quinto y sexto es a las 10:00, avanza con los trabajos programados por el profesor, y trata de terminarlos todos en el horario normal de escuela.
Extraña las explicaciones del maestro, porque en las transmisiones pasan muchas caricaturas, le gustó una clase sobre las ondas de sonido.
“Yo le pido a mis compañeros, a mis amigos que se esfuercen, que le echen ganas porque si no, ¿cómo les va a ir en la secundaria?”, aconseja.

El secreto es poner atención: Frida Liliana
Frida Liliana considera que las explicaciones de la clase televisada son buenas, pero las preguntas son muy rápidas, no les da tiempo de anotarlas.
“El secreto para aprender más es poner atención, y también pedir apoyo a la maestra Sugey, a quien le podemos preguntar por Whats App si tenemos dudas”, expresa la alumna de cuarto grado de primaria.
Asegura que su maestra siempre está al pendiente, y les pide que manden las fotos de los trabajos.
La niña extraña a sus amigas Jimena, Alexia y Danna, con quien no tiene comunicación desde que no van a la escuela.
Luego de las clases, Johan, Frida y Jeshua juegan y, como buenos hermanos, se pelean, pero siempre están juntos.
Extrañan sus actividades habituales, como reunirse con sus primos, lo que han hecho de manera esporádica durante la cuarentena, jugar futbol, ir a la escuela y jugar con sus amigos.
Hasta extrañan levantarse temprano para ir corriendo a la escuela.
Ellos son tres de los miles de niños que están tomando clases a distancia en la era del Covid-19.