Obispo de Mazatlán reitera el llamado a pedir a Dios por la lluvia oportuna

Belizario Reyes
13 junio 2021

MAZATLÁN._ Un llamado a los feligreses para pedir a Dios por la lluvia suficiente y oportuna para los campos y las ciudades que actualmente padecen de la sequía reiteró el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Monseñor Mario Espinosa Contreras.

“Queridos hermanos y hermanas hay que pedir a Dios la lluvia necesaria y oportuna para nuestros campos y ciudades que ya sienten la necesidad de la lluvia, hay que suplicarla al Señor y Él será benévolo con nuestras peticiones”, dijo Monseñor Espinosa Contreras en su mensaje, al oficiar la misa de las 9:00 horas de este domingo, en la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción.

“Tanto en lo urbano como en lo rural es fundamental la lluvia y hay que pedírsela al Señor, lluvia necesaria, conveniente, oportuna”.

Por la sequía que afecta actualmente a la entidad y regiones del País, varias presas están por debajo de su nivel mínimo de captación.

En el caso de la Presa Picachos se encuentra actualmente al 60 por ciento de su capacidad de captación de agua, dijo recientemente el gerente general de la Junta Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Mazatlán, Luis Gerardo Núñez Gutiérrez.

La noche del sábado comenzaron a caer las primeras lluvias de la temporada en Mazatlán, pero ligeras, sin que se lograran formar charcos, mientras que para este domingo, el Servicio Meteorológico Nacional pronostica intervalos de chubascos en Sinaloa con tormentas eléctricas.

Del 15 de mayo al 30 de noviembre es la temporada de Ciclones Tropicales en el Océano Pacífico y de mayo a la fecha ya se han formado tres tormentas tropicales en el Pacífico mexicano, la más reciente fue anoche, Carlos, que se ubica a cerca de 2 mil 105 kilómetros al oeste-suroeste de Cabo San Lucas, Baja California Sur.

Ya en su homilía de domingos anteriores, el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, que comprende todo el sur de Sinaloa, ha hecho también el llamado para pedir a Dios por la lluvia necesaria y oportuna para el campo y las ciudades.

“Nos ponemos en las manos de Dios y le pedimos que Él bendiga y haga fructificar siempre todos los gérmenes del reino de Dios que están en nuestro corazón”, dijo.