Podría ser a mediados de 2026 el retiro definitivo del Obispo de Mazatlán
Monseñor Mario Espinosa explica que generalmente una sucesión para su cargo lleva un tiempo de casi un año y medio, por lo que, tras su renuncia, por lo pronto continúa al mando de la Diócesis
MAZATLÁN._ Tras haberse confirmado hace unos meses que el Obispo de la Diócesis de Mazatlán, Mario Espinosa Contreras, renunció a su cargo al cumplir los 75 años, Monseñor compartió este domingo más detalles acerca de su pronto retiro.
Expresó que si bien no hay una fecha exacta, tiene entendido, por antecedentes de otros casos, que la sucesión a su cargo tardaría alrededor de un año y medio, por lo que todavía estaría al frente de la Diócesis porteña lo que resta de 2025 y hasta mayo de 2026.
“Confiamos que en Tepic se va a hacer el relevo y el señor Obispo, que también presentó su renuncia, estuvo como casi año y medio más. Entonces, por ahí más o menos va a ser, yo creo que será en el 2026, pero no sabemos si sea en mayo o sea más adelante, ya que los seis meses son en mayo”, señaló Espinosa Contreras.
Mencionó que actualmente se encuentra listo para el retiro que está por venir, ya que todavía puede realizar actividades cotidianas por si solo y confía en la gracia de Dios para aceptar las etapas de la vida que se le presenten en los siguientes meses.
“Uno debe saber que la vida tiene sus ciclos, que hay que vivir la infancia, hay que vivir la adolescencia, hay que vivir la juventud, hay que vivir la adultez y también la tercera edad y la ancianidad. Son edades naturales de la vida y hay que saberlas vivir; andar con más cuidado, incluso caminar con más despacio para evitar caídas, así como tener los cuidados de salud y también tener ocupaciones”, dijo.
“Yo estoy muy acostumbrado a trabajar también en la casa. Por ejemplo, los domingos yo solo no tengo nadie que me ayude; entonces yo caliento mi desayuno, lavo la losa, igualmente la comida normalmente. Estoy acostumbrado al trabajo, voy a los centros comerciales a surtir la despensa, entro al mercado a comprar cosas y todo eso, yo creo que en un retiro ayuda mucho porque lo que más sufre la gente en los retiros es el estar sin hacer nada”.
El Obispo añadió que aunque ya no será como tal obligatorio, él estará siempre dispuesto a aceptar invitaciones para asistir a eventos y continuar apoyando a la Diócesis cuando se le requiera. En tanto, confía en tener salud para poder seguir viviendo en Mazatlán.
“Obligación no hay, pero si uno está disponible y si lo invitan a uno, pues uno puede responder afirmativamente para asistir, pero ya no es de manera obligada, sino ocasionalmente o en invitaciones. Primero Dios, aquí me mantendré mientras tenga movilidad y uso de razón”.