Se debilitó la transparencia y se restringió la participación ciudadana en Gobierno de Mazatlán: Observatorio
El Observatorio Ciudadano de Mazatlán cuestiona que se presenten como logros extraordinarios las obligaciones que tienen como administración
En el primer año del actual Gobierno Municipal se debilitó la transparencia, la participación ciudadana quedó restringida porque no atiende a grupos vulnerables y las obligaciones gubernamentales se presentaron como logros extraordinarios cuando es una obligación por ordenamiento constitucional, manifestó el director del Observatorio Ciudadano de Mazatlán, Gustavo Rojo Navarro.
“La transparencia se debilitó, la participación ciudadana quedó restringida, no atienden a grupos vulnerables, se han dado cuenta que no han atendido a madres buscadoras, no han atendido a desplazados, no han atendido a policías jubilados, las obligaciones gubernamentales se presentaron como logros extraordinarios cuando es una obligación por ordenamiento constitucional que los servicios públicos deben de proporcionarlos”, agregó Rojo Navarro.
En conferencia de prensa la mañana de este martes para presentar “El otro informe: Los datos que faltaron”, luego de que el pasado 9 de octubre la Alcaldesa Estrella Palacios Domínguez, entregó su Primer Informe de Gobierno ante el Cabildo de Mazatlán y emitió un mensaje, el director del organismo ciudadano añadió que en este primer año se privilegió la adjudicación directa con un 75 por ciento y no la licitación que se quedó en un 25 por ciento, cuando debe ser al revés.
Recalcó que los compromisos anticorrupción fueron inclumplidos pese a que en su campaña en busca de la Presidencia Municipal Palacios Domínguez declaró en un video que firmó la Agenda Anticorrupción, 10 Puntos por la Transparencia que le presentó el Observatorio Ciudadano de Mazatlán, pero el documento no lo regresó a dicho organismo ni lo implementó.
“Los compromisos anticorrupción fueron incumplidos, acaban de ver el video donde de viva voz ella declara que aceptó la Agenda y que se comprometía a implementarlo. En términos simples: sin transparencia, sin verdad y sin voz la sociedad civil la rendición de cuentas se convierte en un discurso no en una práctica”, subrayó.
Precisó que en el Primer Informe de Gobierno de la Alcaldesa Palacios Domínguez se detectó que de entrada no es público.
“De entrada el Informe no es público, ahorita si lo queremos buscar en las plataformas del Ayuntamiento no vamos a encontrar el Informe porque no es público, únicamente se le entregó a tales y cuales personas, a algunos periodistas hasta donde tengo entendido y a algunos regidores”, recalcó Rojo Navarro.
“A las acciones propias de Gobierno se les etiqueta como programas extraordinarios... se informaron generalidades y estadísticas que no son verificables por su ambigüedad, se promueven acciones en proceso (como terminadas) y se presumen 8 mil millones de pesos en derrama económica sin informar cómo se aplicaron, no se nos informa la metodología que se usa para determinar esa cantidad de derrama que se dice que ha ingresado, tampoco cuáles han sido los sectores beneficiados con esa derrama”.
Además, se mencionan más de 600 mil acciones de apoyos a través del DIF, pero no dicen qué acciones fueron, no se tiene una base donde se pueda verificar qué acciones fueron, al igual a las acciones propias de gobierno se les etiqueta como programas extraordinarios.
“Tenemos el Mazatlán te quiero limpio donde dicen que más de 26 mil costales de basura fueron recogidos por nuestra ciudad, pero qué eso no es una obligación, qué no es un servicio público recoger la basura de la ciudad, limpiar los parques, recoger la basura, ese es un servicio público y aquí se está considerando como un programa, es lo que hemos dicho también con el Maz Bachetón, es una obligación del Gobierno subsanar esas necesidades que tenemos como ciudadanía”, reiteró.
Rojo Navarro manifestó que cuando un Gobierno disfraza sus obligaciones como acciones extraordinarias convierte los derechos en favores al presentar servicios básicos: mantenimiento de infraestructura urbana, agua potable o apoyos educativos como si se tratara de proyectos novedosos oculta buscar el rédito político, pero no rendición de cuentas claras y esto provoca confusión ciudadana.
“Uno de los hallazgos más preocupantes es la tendencia del Gobierno Municipal a disfrazar sus funciones básicas como programas extraordinarios, acciones que la ley obliga a realizar como limpiar calles, mantener parques, reparar alumbrado o gestionar la seguridad, son presentadas como si fueran iniciativas innovadoras o apoyos voluntarios”, subrayó.
“Esta práctica tiene un efecto grave porque distorsiona la percepción ciudadana y normaliza la idea de que lo público es un favor de poder; cuando lo que debe ser un derecho se comunica como una dádiva se debilita la exigencia ciudadana y se fortalece una relación vertical entre gobierno y sociedad, siempre ponemos el ejemplo de es como si le aplaudiéramos al cajero automático por darnos el dinero de nuestra quincena”, afirmó.