Tema de hoy: Los excesos, una forma de suicidio lento
"El suicidio lento por medio de la obesidad es otra manera de ir desapareciendo de la vida"
Una vez se celebró un concurso que consistía en ver quién era capaz de comer más en el periodo de tiempo más reducido, y solo hubo una persona que dejó muy por detrás a los otros que tomaron parte en el concurso. Durante el tiempo que se les concedió se tragó un filete, medio kilo de salchichas, una gran empanada de carne y alrededor de un kilo de arroz.
Fue calurosamente felicitado por esa hazaña y desde luego se le proclamó vencedor absoluto. Pero cuando ya iba a abandonar el escenario, se volvió al público diciendo: “No se lo digan a mi esposa, pues me dejaría sin cenar”.
Hay gente que vive para comer, no come para vivir. Según estadísticas, el 85 por ciento de los hombres arruina su salud y se acorta la vida de forma considerable porque come en exceso.
El suicidio lento por medio de la obesidad es otra manera de ir desapareciendo de la vida. Es lago contrario a la naturaleza del cuerpo humano al poseer más grasa de la que precisa para su funcionamiento normal.
También el hombre se va aniquilando por el abuso de bebidas alcohólicas; una antigua leyenda menciona que el demonio se le apareció a un hombre y le dijo: “vas a morir enseguida; pero yo te puedo salvar de la muerte, si haces una de estas tres cosas: matar a tu criado, pegarle a tu esposa o beberte este vino”.
“Déjame pensar un poco; matar a mi criado me resulta imposible, es algo terrible; maltratar a mi esposa no tiene razón de ser; así pues, beberé el vino”.
Aquel hombre se bebió el vino y al volver a su casa completamente ebrio, le pegó a su esposa y cuando el criado trató de defenderla lo mató. La bebida nunca ha logrado el triunfo o la superación de nadie.
Y podemos afirmar con seguridad que ningún gobernante o propietario de cantina; no quisieran ver ebrio o alcohólicos a sus hijos.